Después del terrible desastre natural en Filipinas que ha producido miles de muertos y ha asolado varias islas es el momento de la ayuda humanitaria y así ONGs y gobiernos de medio mundo están enviando comida, ropa, medicinas, etc. para paliar la tragedia. Pero eso desgraciadamente son únicamente bienes materiales y lo que de verdad necesitan los atribulados supervivientes es otra cosa mucho más importante.
Y ustedes se preguntarán (en su atea y vacía ausencia de conciencia) ¿qué es más importante que dotar a esos cientos de miles de desesperados filipinos que lo han perdido todo de un poco de comida para aplacar el hambre, una manta con la arroparse, una tienda de campaña bajo la que dormir o una potabilizadora de agua para aplacar la sed?
Pues la respuesta como siempre la tiene la santa madre iglesia católica. Así el papa Francisco haciendo gala de las nuevas tecnologías ha decidido enviar un tweet a los católicos para que recen por las víctimas del tifón y este mensaje ha sido retuiteado más de 30.000 veces ¡Aleluya! Los filipinos podrán ya dormir tranquilos al raso olvidándose de comer ni beber porque el santo padre y sus fieles rezan por ellos.
Pero no se crean impíos descreídos que todavía aún hay más. La Conferencia Episcopal filipina ha decidido echar el resto y ayudar a los damnificados con algo que de verdad necesitan y que acabará con todas sus penurias y tribulaciones y no esos pecaminosos bienes materiales con que el resto del mundo les ayuda. Los obispos filipinos han enviado nada más y nada menos que 1.000 biblias y 12.000 rosarios a los supervivientes del desastre. Anonadado y sin palabras quedo. Eso sí que es verdadera ayuda humanitaria. Imaginen la cara de alegría de esos niños huérfanos, de esas familias que lo han perdido todo cuando aparezca el camión de la Conferencia Episcopal filipina y abriendo sus puertas se empiecen a repartir los sagrados objetos de devoción. Comer no comerán, ateridos de frío dormirán por la noche, pero eso sí cristianamente atendidos quedarán.
Pues la respuesta como siempre la tiene la santa madre iglesia católica. Así el papa Francisco haciendo gala de las nuevas tecnologías ha decidido enviar un tweet a los católicos para que recen por las víctimas del tifón y este mensaje ha sido retuiteado más de 30.000 veces ¡Aleluya! Los filipinos podrán ya dormir tranquilos al raso olvidándose de comer ni beber porque el santo padre y sus fieles rezan por ellos.
Pero no se crean impíos descreídos que todavía aún hay más. La Conferencia Episcopal filipina ha decidido echar el resto y ayudar a los damnificados con algo que de verdad necesitan y que acabará con todas sus penurias y tribulaciones y no esos pecaminosos bienes materiales con que el resto del mundo les ayuda. Los obispos filipinos han enviado nada más y nada menos que 1.000 biblias y 12.000 rosarios a los supervivientes del desastre. Anonadado y sin palabras quedo. Eso sí que es verdadera ayuda humanitaria. Imaginen la cara de alegría de esos niños huérfanos, de esas familias que lo han perdido todo cuando aparezca el camión de la Conferencia Episcopal filipina y abriendo sus puertas se empiecen a repartir los sagrados objetos de devoción. Comer no comerán, ateridos de frío dormirán por la noche, pero eso sí cristianamente atendidos quedarán.
Para que no se avburran ahora que el tifón les voló los televisores. JAJA!
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