De Polonia nos llega la noticia de un caso que demuestra que
la iglesia católica de este país centroeuropeo es quizás unas de las más
intransigentes y fanáticas de todas las existentes en el orbe católico. Pues sí,
aunque no se lo crean parece ser que Rouco Varela y sus obispos ultramontanos
españoles son hermanitas de la caridad en comparación con sus homónimos
polacos.
Según
informa Raúl Férnandez Jódar, profesor español en la Universidad polaca de
Poznan, la iglesia católica polaca además de seguir al pie de la letra el guión
antiaborto, antidivorcio, justificante de la pederastía, etc ya tan previsible
y manido, ha encontrado un nuevo caballo de batalla. Así el Episcopado polaco
acaba de publicar un documento sobre bioética en el cual define a la
fecundación in vitro como
"el encargo de fabricación de un niño a un desconocido"
y añade además que esta técnica va contra natura y no respeta los designios que Dios nos tiene
reservados. Tal es el punto de extremismo dogmático que algunos representantes
de la Iglesia católica local han afirmado públicamente que las personas nacidas
por este método no tienen derecho a existir. Entonces ¿deberían ser
borradas/asesinadas para mantener la pureza de la estirpe polaca? importante
punto que necesita de cristiana aclaración a la luz de los sagrados evangelios.
Incluso un obispo llamado Pieronek ha definido a los niños
nacidos por fecundación in vitro como los hijos de Frankenstein. Tiembla
monseñor Reig Plá, tú que únicamente apoyas
al fascismo mientras insultas blandamente a homosexuales, ateos y demás
gente de mal vivir; ahí tienes a un verdadero cruzado de la fe que no se
detiene ante menudencias como los niños. Si los niños son monstruos pues se
denuncia y asunto arreglado, que ya el brazo secular de la santa inquisición se
encargará de impartir justicia.
Por todo ello Agnieszka Ziółkowska, que fue la primera niña
concebida por fecundación in vitro en Polonia, acaba declarar en una entrevista
televisiva que
"después de las últimas declaraciones sobre el método in vitro, en las que por ejemplo el obispo Pieronek hablaba de los hijos de Frankenstein, es para mí importante separarme formalmente de la Iglesia. No quiero figurar en ningún registro eclesiástico. Ahora sólo espero que en algunos medios ultracatólicos me nombren oficialmente el primer hijo de Satán de Polonia"
Así que ya saben sotanados del mundo, aprendan de sus
colegas de Polonia y no se duerman en los laureles, que el trabajo es mucho y
la faena ardua y hay que separa pronta y muy finamente el grano de la paja, los
monstruosos hijos de Satán y de Frankenstein del resto del sagrado y puro
rebaño cristiano. Les dejo con uno de los monstruos a exterminar
A estos todavía les falta un hervor... de a poco se les va terminando el chollo.
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