Si ya has tratado en tu blog el tema de cualquiera de los artículos que lees aquí, te animo a dejar en la sección de comentarios un enlace o URL que nos lleve hacia él, siempre y cuando no sea para hacer proselitismo de la superstición en cualquiera de sus variantes. Todos ganamos con el intercambio fomentando la discusión racional.

No hay nadie más ignorante e inútil que aquel, que de rodillas y con los ojos cerrados busca una respuesta.


PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.

Red Atea

Red de blogs AteosMagufos, Blogs de escepticismo y ciencia

Buscar este blog

7 de diciembre de 2012

Una explicación científica para el cristianismo a la carta


El cristianismo en general y las supuestas enseñanzas del nazareno son una especie de agujero negro en donde en la práctica caben todas las interpretaciones posibles, y donde también casi cualquier comportamiento puede ser refrendado a la luz de una lectura lo suficientemente sesgada e interesada de las hipotéticas verdades reveladas por la biblia. Así sólo hay que seleccionar e interpretar adecuadamente algunos pasajes (olvidándose interesadamente de otros) para que puntos de vista diametralmente opuestos encajen a la perfección dentro de las pretendidamente inamovibles verdades cristianas rebeladas por el dios judaico.
En este contexto un reciente artículo realizado por investigadores de la Universidad de Stanford publicado por la prestigiosa revista PNAS, órgano oficial de la Academia de Ciencias de EEUU, ayuda a entender este flexible y acomodaticio comportamiento. En el estudio se analizaron las grandes diferencias de creencias existentes entre cristianos estadounidenses denominados “liberales” frente a los llamados “conservadores”. Es decir entre lo que libremente podríamos traducir como cristianos votantes más moderados del partido demócrata frente a cristianos del ala fundamentalista del partido republicano. Los primeros deben reconciliar su propia visión moderada de la sociedad, por ejemplo en asuntos como el derecho al aborto y los derechos de los homosexuales con las enseñanzas cristianas más restrictivas basadas en el antiguo testamento y que se encuentran mayoritariamente presentes tanto en púlpitos como en las declaraciones de los portavoces religiosos de las innumerables variantes cristianas presentes en el país. Por el contrario los llamados “conservadores” deben reconciliar las exhortaciones al altruismo, a la colaboración y a la igualdad entre todos los humanos presentes en diversos pasajes del nuevo testamento con la deriva reaccionaria de la nueva derecha religiosa republicana en donde las ayudas sociales son sospechosamente comunistas, la persecución de los inmigrantes y sus familias objetivo prioritario y las políticas de abandono de los más desfavorecidos, a los que además se culpabiliza de su mala y “justa” situación, forman parte de un núcleo duro (desprovisto de toda supuesta piadosa compasión) que se repite incesantemente en iglesias y en los medios de comunicación autodenominados “cristianos” como si de una nueva cruzada religiosa se tratase.
Pues bien, este estudio ha identificado que ambos tipos de creyentes han ajustado sus respectivas percepciones de lo que es y significa el cristianismo de tal forma que hacen coincidir sus posiciones políticas actuales (y no las de los demás) como si estuvieran dictadas directamente por el Jesucristo bíblico renacido. Así ambos grupos difirieron en la visión general de cómo era Jesús. También asignaron una noción radicalmente diferente de lo que significa el cristianismo, pues mientras los liberales supusieron que la hermandad y la compasión son los ejes básicos de su religión, los conservadores por el contrario indicaron como el elemento fundamental de las enseñanzas del nazareno la estricta moral convencional. Y para finalizar idealizaron al profeta judío adjudicándole siempre posiciones más extremas que las suyas propias. Así en estas sesgadas visiones, Jesús sería mucho más compasivo que lo que se consideran los propios cristianos liberales y en cambio los cristianos conservadores imaginan que el nazareno sería moralmente mucho más estricto que ellos mismos.


En resumen, un cristianismo personalizado a la carta y justificador de cualquier posición política o social del creyente.
 






1 comentario:

  1. Es algo que comento con frecuencia cuando veo estos temas políticos mezclarse con la religión cristiana, que bueno que alguien halla estudiado a profundidad este hecho.

    ResponderEliminar