Dentro de las asimétricas relaciones entre el estado español
y la iglesia católica, en donde el primero paga las necesidades de la segunda
sin ningún tipo de control y mientras tanto la iglesia no tiene ninguna
obligación sobre lo recibido merece especial atención el patrimonio religioso. Es
norma general que aunque todas las iglesias, conventos, ermitas y catedrales
españolas, junto con los incalculables tesoros artísticos que contienen, son de
titularidad eclesiástica en cambio el mantenimiento, conservación y
restauración de estas obras de arte quedan a cargo del estado. Así por ejemplo,
sólo la
Junta de Andalucía lleva gastados en la última década unos 50 millones de
euros en conservar y restaurar el patrimonio de la iglesia católica. Y además
con el agravante de que la iglesia después o bien restringe el acceso o bien cobra
a los ciudadanos por su contemplación.
Por tanto es hora ya de plantear una
situación clara. Si la iglesia es dueña de su patrimonio que pague directamente
su conservación de su dinero o el de sus fieles y que luego lo administre según
su santo criterio. Pero si por el contrario no puede hacerse cargo de su
mantenimiento, pues que este patrimonio sea nacionalizado, para ser conservado
con cargo al erario público y que sea el ministerio de cultura el que disponga
de él, bien incorporando sus obras de arte a los museos existentes, bien
creando nuevos museos específicos o bien convirtiendo a los templos, conventos
o catedrales en museos. Y en este caso, si después la iglesia católica desea
realizar sus particulares ritos en alguno de esos edificios pues que pague un
alquiler por su uso y asunto zanjado. Porque si no, yo me estoy planteando comprar
algún cuadro de algún artista que me guste (Miró por ejemplo), colgarlo en mi
salón para mi propio disfrute y el de familiares y amigos, cobrar de vez en
cuando entrada a los que deseen admirarlo y después pedir que el mantenimiento,
limpieza, seguridad y conservación del mismo lo pague el estado español. Como
ven todo un despropósito, pero no más injusto que el actualmente en vigor con
la siempre privilegiada iglesia católica.
Cierto lo que comentas, es un privilegio más de la iglesia católica de los muchos que tiene, y con el ejemplo que haces lo dejas perfectamente claro.
ResponderEliminar¿Pero que remedio tiene?.
El remedio se conoce, lo que pasa es que no quiere aplicarse.
ResponderEliminarCreo que la mayoría de los españoles es católica y la Iglesia les presta sus servicios.
ResponderEliminarLos edificios los conserva la Iglesia, salvo excepciones, y las obras de arte también.
El que quiere entra, y el que no se queda fuera como en la mafia o cualquier organización.
Lo que ocurrió en el llamado Valle de los Caidos se repetiría y tocar los sentimientos de las gentes no es nada razonable.
Los servicios que presta la Iglesia son ingentes, y mantienen a mucha gente extendida sobre todo el planeta ayudando a los más desfavorecidos. No sé si es caridad o justicia pero la Iglesia no tiene nada que ver con la injusticia de los países cuyos gobiernos corruptos propician esto. De la misma manera no creo que los locales destinados a culto evangélico o cualquier otra clase de religión incluyendo la atea deban pagar por ello.
Pero como todo es cuestión de sensibilidades y situaciones.
Que Dios o la Evolución, nos guarden de los casos desastrados.
Salud para todos, y ello de corazón.
Rafael
EliminarYa lo he comentado en diversas entradas. Todo lo que hace la iglesia es con el dinero público, por lo que si el ministerio de asuntos sociales gastara ese dinero en justicia social no sería necesaria la interesada caridad cristiana.
Para reforzar tu argumento pego un enlace de los presupuestos de la Conferencia Episcopal Española donde se ve claramente que la pasta de la iglesia sale del dinero público, que como tal y en un gobierno laico de verdad, no debería ser vinculado a una actividad religiosa. A ver qué haría la iglesia si tuviera que apañarse con los cinco mil pavos que ponen los fieles.
Eliminarhttp://www.conferenciaepiscopal.es/index.php/presupuestos/2012.html
La religión atea no existe. Cambiando de tema, pensé en lo ocurrido con el Ecce Homo en Zaragoza. Este tronchante episodio ha venido a demostrarme que el patrimonio artistico jamás deberia estar en manos de la Iglesia. ¿Os imagináis a un bedel del Reina Sofía haciendo lo mismo con el Guernica?
ResponderEliminarEl problema es que el Estado (no sé si en muchos paises, pero aquí desde luego) siempre ha delegado muchas cosas que deberían corresponder a su presupuesto en otros agentes. Por ejemplo, la Iglesia, ahora también las ONG, en cuestiones de atención social a marginados. Y también la Iglesia en el mantenimiento de centros de enseñanza a más bajo coste. Pero también el cuidado de los enfermos en los hospitales (el que haya tenido algún familiar o haya estado él mismo en uno habrá podido comprobar que parece que es una obligación que un familiar se ocupe de muchas de las tareas que deberían ser propias del personal). O el cuidado en la familia de las personas discapacitadas o de edad muy avanzada. Lógicamente, si el agente involucrado es una institución y tiene determinados intereses va a imponerlos y, si es posible, hacerse imprescindible para sacar tajada en el caso que traten de acosarle por otro lado. Esa es la situación respecto a la Iglesia y de ahí la respuesta automática del amigo Rafael. Y por ello lo que pides es muy justo pero complicado de aplicar.
ResponderEliminarAparte está el asunto de que si no lo han hecho los gobiernos de otros partidos que alardeaban de considerarse a sí mismo laicos, es muy ingenuo pretender que lo haga éste, que es semi-confesional y en el que al menos hay una rama política que se considera cristiana. Está bien pedirlo, eso sí.
ResponderEliminarY respondiendo a la pullita de Rafael sobre la religión atea, yo no soy de los que creen que el ateismo responde sólo a una actitud intelectual, sino que tiene algo que comparte con la religión y es una profunda convicción sobre la actitud a tener ante el hecho de la mortalidad del ser humano. Las religiones la niegan mientras que el ateismo la afirma como verdad indiscutible. Es evidente que, aunque no se trate una conclusión científica en firme, los datos experimentales hasta ahora se han recogidos sobre esta cuestión nos van dando una cierta indicación de que los ateos tenemos razón.
ResponderEliminarAteo, me parecen muy interesantes tus reflexiones. He compartido tu entrada para que lo lea gente que no conoce este blog.
ResponderEliminarSigue así, por favor.
Engracia
EliminarMuchas gracias por tu interés
Saludos
No podemos hacer esto, Dios se enfadaría un montón, capaz nos envíe el diablo y los ángeles alados a darnos por saco, o un diluvio, o al PP.
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