En una entrada
anterior ya comenté el caso de un juez alemán que dictaminó que la
circuncisión de menores judíos y musulmanes por motivos religiosos implicaba
una mutilación se debería esperar a que el menor alcanzara la mayoría de edad
para poder decidir por sí mismo si quería mutilarse o no. Dentro de esta
polémica en donde ulemas y rabinos de todo el mundo han clamado contra la persecución
religiosa que implicaba esta sentencia se
ha publicado en el New York Times que dentro la comunidad ultraortodoxa
judía neoyorquina en la última década se han producido dos muertes de bebes y
otros dos sufrieron severas lesiones cerebrales debido todo ello a que los infantes
contrajeron una infección viral durante el proceso de la mal llamada “purificación
ritual”. Por supuesto los rabinos norteamericanos no han sentido ningún pudor ni
vergüenza en defender su libertad religiosa de dañar y matar por imprudencia a
estos inocentes menores y por supuesto también se niegan a que los padres
judíos firmen un consentimiento informado de los riesgos de tan innecesaria
mutilación tal y como pide el departamento de salud del estado de Nueva York.
Imagino que porque piensan que si un bebé muere debido a esta purificación es
que su familia no debe ser muy pura que digamos. Porque ya sabemos cómo las
gasta el terrible Iahvé del antiguo testamento.
Les dejo con la bonita estampa de unos fanáticos religiosos mutilando a un bebé para satisfacción de su cruel y miserable diosecillo.
Hay una polémica médica en Estados Unidos y algunos países de Europa sobre las virtudes o problemas de la circuncisión (no la ritual, por supuesto). La ventaja principal es que previene una serie de enfermedades pero la desventaja principal es que disminuye la sensibilidad en la zona y por ello posiblemente el gozo sexual (también está el coste, los pequeños riesgos de complicaciones quirúrgicas y en general la idea de que es mejor no modificar nada que es natural si no es preciso).
ResponderEliminarEl dejar que las personas decidan por si mismas de adultas tiene el problema que la operación se hace más complicada desde todos los puntos de vista. La situación es parecida a la de las operaciones preventivas de amígdalas en niños, populares en su época y hoy en día desechadas. Pero el hecho es que una proporción considerable de los varones no semitas de Estados Unidos y en menor proporción del norte de Europa están circuncidados.
Juan
ResponderEliminarEl problema no es si un médico en un hospital con garantías circuncida a un niño por razones de higiene o salud. Es cuando como en la foto un individuo rodeados de otros similares (no sabemos si lavados pero seguramente sin las adecuadas condiciones de esterilidad) en una sinagoga abierta a decenas o cientos de personas coge un bisturi y al aire libre se pone a cortar el prepucio a un bebe que puede moverse o patalear. Claro que como según la biblia los patógenos (virus, bacterias y parásitos) no existen pues ellos no ven ningún problema sanitario en seguir con su ancestral pero antihigiénica costumbre. Aunque algo sospecharán porque se niegan a realizar el consentimiento informado de riesgos, no sea que acaben demandados por el piadoso pero iracundo padre si aparecen los problemas médicos.
Yo estoy circuncidado y me lo he pasado muy requetebién con mi esposa durante muchos y muchos años. Me lo hicieron cuando era joven y no soy judío. No obstante los judíos (de los musulmanes y otros no hablo, porque no sé) tienen una leyes muy antiguas sobre la purificación y los lavamientos. Si en algo se exceden, es que son muy escrupulosos por causa de la Ley de Dios.
ResponderEliminarHan de lavarse en agua corriente y no en vasija, y la circuncisión la hacen al octavo día que es cuando la protombina es más abundante en la sangre y coagula mejor, cosa que la “ciencia” ha descubierto posteriormente confirmando lo que hacen los judíos.
Se trata de dedicar los varones a Dios, y por eso se hacen la señal de cortar el prepucio, para que el niño y su prole sean dedicadas a Dios. Viendo lo que practicaban los cananeos se entiende perfectamente.
Si se desconocen estas prácticas de quemar a los hijos, se entenderá también porqué Dios hizo que en lugar del primer hijo judío (que se quemaba según las costumbres de los cananeos para ofrecerlo a Baal Moloch), se ofreciera un animal limpio. Ni perro, ni cerdo, etc.
Por ejemplo: el de un médico que se lavaba las manos cada vez que tenía que explorar a una mujer, en un hospital de parturientas creo que de Budapest, fue puesto bajo el fuego de la calumnia, pero consiguió que la mortalidad bajara un cuarenta % y hasta el sesenta, hasta que los otros se dieron cuenta de que salvaba vidas y le siguieron, pero tarde y con más mujeres muertas a causa de sus burlas y sus boicoteos.
El pobre hombre sufrió envidia y burlas, y fue hasta apartado de su función, pero sus prácticas fueron contrastadas como buenísimas, con solo hacer algo que corresponde a la higiene judía. Todos los niños judíos, cuando son hombres, se alegran de haber sido circuncidados.
En el orden sexual, estas personas gozan mejor del sexo y más tiempo en el coito, por lo que siempre les es más placentero y no frustra a la mujer, sino que también goza como el varón. Y eso es bien importante para los dos y consolida la vida matrimonial.
Y la mujer es muy respetada en la vida judía. Y enseñada en las prácticas amorosas. Si los judíos liberales, han transformado el rigor de su religión en la misma indiferencia que muestran tantos cristianos, no desvirtúa para nada el valor de la ordenanza en tiempo (no lo olvidemos) de paganismo cruel y asesino.
Como es materia algo escabrosa, termino por ahora con esta breve y rústica reseña de lo que significa la circuncisión. Nada de lo que el Señor manda es malo para las personas, sino que como dice el salmo de La Ley: lámpara es la ley a mis pies y lumbrera en mi camino.
Me gustaría saber solo tu nombre propio. No me agrada tratar con un amigo desde su nombre de militancia.
GRACIAS
Como comentaba anteriormente a Juan y que tu subrayas con el caso del médico húngaro es que generalmente ese ritual se hace en Occidente (y no digamos ya nada del mundo rural musulmán) sin ninguna garantía sanitaria poniendo entonces en riesgo la salud y muchas veces la vida del infante. Y eso en el siglo XXI se llama ignorancia peligrosa y no debe estar protegido por ninguna ley de libertad religiosa.
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