En un curso para
altos oficiales estadounidenses sobre estrategias de futuras guerras
patrocinado por el departamento de defensa norteamericano se trató la
posibilidad de una guerra total contra el Islam para proteger a los EEUU
frente a ataques de terroristas musulmanes. Según dicho curso tal y
como se muestra en la siguiente diapositiva
directamente extraída de una de las conferencias
se planteaban algunas medidas “políticamente incorrectas”
como la destrucción de las ciudades saudíes de Medina y La Meca. Eso sí que es
un bonito eufemismo, la destrucción de las capitales sagradas del Islam para
acabar con el terrorismo. Menudos visionarios los profesores del curso. No piensen
que era una broma ya que la aniquilación de estas ciudades se planteaba dentro
del contexto de los bombardeos masivos contra Dresde o Tokio o los ataques
atómicos de Hiroshima y Nagasaki durante la segunda guerra mundial. Vamos para
no dejar piedra sobre piedra. Me estoy imaginando al conferenciante declamando muy
al estilo del personaje Dr. Strangelove, el ex científico nazi y asesor del
presidente estadounidense que interpretaba genialmente Peter Sellers en la película
“Teléfono Rojo,
volamos hacia Moscú”.
Tras la polémica el curso ha sido cancelado, pero no me dirán
que no se queda uno helado al saber que altas cabezas pensantes del mayor ejército
del mundo están enredados con unos juegos de guerra en donde se plantea una
confrontación nuclear apocalíptica frente a una de las religiones más retrógradas,
sectarias y violentas de la actualidad. Imaginen si pueden las consecuencias de
este hipotético escenario bélico.
Los bombardeos que mencionas fueron horrorosos, pero conseguieron el fin con el que se proyectaron. Cuando se trata de un enemigo extremadamente fanatizado es muy difícil elegir la opción correcta, aún hoy en día no somos capaces de saber si aquellos horrores fueron gratuitos o no. ültimamente Irán está empezando a dar síntomas de un mínimo de cordura. Espero que ese sea el caso. Respecto a lo del bombardeo de la Meca, sí que parece que el tío se pasó con la medicación.
ResponderEliminarDe todas forma Juan, combatir el terrorismo yihadista por muy peligroso y dañino que éste sea, con una guerra global (armamento nuclear incluído sobre ciudades) entra dentro de la locula más absoluta y fanática.
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