Ya he comentado en alguna entrada
anterior que los famosos milagros atribuidos a las diferentes deidades
deben ser vistos en el contexto de la estadística. Ello es así porque si un
número muy grande de personas están rezando durante el tiempo suficiente a su
dios o a Caperucita Roja, inevitablemente aparecerá algún fenómeno casual que
pueda entenderse como una respuesta positiva a las plegarias. Es algo parecido
a jugar la lotería. Millones de personas apuestan un poco de dinero en un juego
de azar con una probabilidad bajísima de acertar, pero como hay muchos
jugadores aleatóriamente alguno de ellos puede acertar con la combinación
ganadora y llevarse el premio. Pero suponer de ahí, que el ganador ha sido “bendecido”
de alguna manera por la fortuna es simplemente una muestra de ignorancia y de
desconocimiento de las leyes de la naturaleza y la estadística.
Pues bien, dentro de este contexto voy a relatar una experiencia
personal. Resulta que mi hermana utiliza desde hace varias décadas gafas
graduadas porque padece miopía
y algo de astigmatismo
en ambos ojos. Generalmente en las revisiones anuales, como en la inmensa
mayoría de los casos, mantiene el mismo nivel de visión o de vez en cuando éste
tiende a empeorar ligeramente con los años. Así, cada varios años debe utilizar unos
nuevos cristales con una mayor graduación correctora. El año pasado, en dicha
revisión el oftalmólogo le indicó que sorprendentemente el nivel de graduación
en un ojo había bajado de las 2,5 dioptrías que necesitaba anteriormente a tan
sólo 1,25. Era un caso muy infrecuente y de naturaleza inexplicada según el profesional.
Pues bien, en su revisión de este año mientras ha mantenido la graduación de un
ojo, la miopía del otro ha vuelto nuevamente a bajar de tal forma que ahora es prácticamente
cero. Ahora supongamos que en lugar de no darle demasiada importancia a este
extraordinario y azaroso evento, mi hermana hubiera sido una creyente devota y
llevara meses o años rogándole a su dios particular la curación de su miopía y
su astigmatismo. El resultado hubiera sido que tendría una prueba de la magnanimidad
celestial. Eso sí, parcial porque no le habría curado del todo, pero ya se
sabe, los designios divinos son inextricables y ello sería una prueba
irrefutable de que necesitaría rezar más y con más ahínco a su dios para
conseguir la curación completa. Así, con la publicidad adecuada podría ser publicitado
como un milagro en toda regla, eso sí, milagro de segunda categoría porque tampoco es para tanto y ella sigue padeciendo
de astigmatismo en los dos ojos y miopía en uno. La pena es que como somos
ateos pues no tenemos dios alguno al que agradecer tan distinguido detalle.
Aunque claro, podría ser interesante “vender” el milagro (con las pruebas
médicas correspondientes a todos estos años de mediciones oftalmológicas) a
cualquier secta o religión que ande necesitada de ayuda para captar fieles. Para
cualquier oferta económica sobre el tema, envíen un comentario en esta entrada
del blog.
Monta un pequeño altar con alguna figurita de esas de tipo pesebre, una virgencita o algo similar. También tienes la opción de rellenar botellitas con agua del grifo y venderlas. Son más efectivas si pones alguna pegatina con una imagen de algún dios, virgen o similar. También valen pegatinas con soles radiantes.
ResponderEliminarSi no te va el tema religioso, puedes poner pegatinas con las palabras "oriental", "milenario", "cuántico", "holográfico", "polidipeptidos del caribe", “energía cósmica” y similares.
Y a vivir de la estupidez humana, que la economía esta muy mal.
;-)
Saludos
Pues no es mala idea Imaginario, lo que pasa es que a diferencia de los creyetes nosotros tenemos un poco de verguenza y más honradez.
ResponderEliminarTu hermana se curo por oue Dios ouiso,ya oue es dios ouien cura aun oue no reces,pero si rezas tienes mas posibilidades
ResponderEliminarUnknown
ResponderEliminarPues que suerte porque somos ateos, ahora solo saber si fue Ganesha, Zeus o Anubis el responsable del milagro.