La principal argumentación de los religiosos creacionistas frente a la evolución es que no existen especies intermedias de los diferentes pasos evolutivos. Por supuesto dicha afirmación carece de toda veracidad y está basada en la más absoluta ignorancia puesto que existen infinidad de ejemplos en donde se puede seguir la evolución de múltiples procesos biológicos a través de la escala filogenética. Hoy acaba de publicar la revista Nature un nuevo ejemplo. Se ha descubierto en un yacimiento de China un fósil de una criatura que añade un clavo más al ataúd de la ignorancia y el oscurantismo religioso. Un dinosaurio con alas muy parecidas a las de las aves actuales:
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No hay nadie más ignorante e inútil que aquel, que de rodillas y con los ojos cerrados busca una respuesta.
PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.
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