En el estado norteamericano de Oregón, y ya nada proveniente del Imperio me puede sorprender, existía hasta finales del mes pasado una ley medieval. Dicha ley impedía acusar de negligencia, daños u homicidio a los padres que teniendo hijos enfermos les negaran asistencia médica por motivos religiosos, aunque esta absurda y criminal inoperancia paterna conllevara daños permanentes en el vástago o incluso su muerte. Si los padres practicaban la “sanación mediante la fe”, es decir, si simplemente rezaban por la curación de su hijo al dios de turno aun cuando dicho ente superior no mostrara ningún tipo de misericordia: bien porque estuviera ocupado en asuntos más trascendentales o porque quisiera castigar a los atribulados progenitores (que ya se sabe que los designios del altísimo son insondables), el estado de Oregón consideraba que los padres religiosos no habían hecho dejación de sus obligaciones. Increíble, ¿no? Y ya se sabe que como en EEUU abundan los fundamentalistas religiosos de todo tipo capaces de las mayores estupideces en nombre de su sacrosanta libertad religiosa, pues no era nada raro encontrarse con casos de menores de edad que morían por falta de asistencia médica, mientras sus devotos padres continuaban sus vidas sin remordimiento alguno ni castigo terrenal por su malvada ignorancia. Y es que la lógica del argumento religioso es cristalina. Si existe un dios omnipotente y omnisciente a qué narices vas a tener que llevar a tu hijo al médico para que un matasanos ateo te estafe; reza y si dios quiere pues asunto arreglado, si no pues algo malo habrás hecho que necesite tan atroz castigo.
Pues bien, leo en la web de Richard Dawkins que por fin con sólo cuatro o cinco siglos de retraso (es que las cosas de la religión llevan siempre su impronta), el senado impío de Oregón ha aprobado la anulación de dicha justa y piadosa ley. Por ello y a partir de ahora, con la ley en la mano los criminales que en nombre de su idiotizantes creencias dejen morir a sus hijos en el estado de Oregón podrán ser acusados y encarcelados. Ya veréis como aparecen rápidamente los defensores de la libertad religiosa clamando por esta injusta persecución más propia del Imperio Romano que de un país bajo dios como es EEUU.
Pero no nos felicitemos tan rápidamente, porque según resume la Wikipedia en su versión inglesa todavía quedan, agárrense bien, 30 estados federados que mantienen este tipo de vergonzosas, repugnantes y criminales exenciones que siguen dejando impunes a todo tipo de fanáticos religiosos. La lista completa es la siguiente y espero que la Wikipedia no se haya actualizado y sean muchos menos a día de hoy porque representan el 60% de la población total de EEUU (ahí es nada):
Alabama, Alaska, California, Colorado, Delaware, Florida, Georgia, Idaho, Illinois, Indiana, Iowa, Kansas, Kentucky, Luisiana, Maine, Michigan, Minnesota, Mississippi, Missouri, Montana, Nevada, New Hampshire, New Jersey, New México, Ohio, Oklahoma, Pennsylvania, Vermont, Virginia y Wyoming.
Pués, no mucho tiempo ha transcurrido y creo que las tumbas de niños están decoradas con agonía pura. Y las mentes de ésos pelmazos super fanáticos están tan llenas de bondad, cristiana bondad.
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