Estamos tan condicionados por el virus de la fe que no nos damos cuenta de cuánto de aberrantes y opresivos son los abusos de la iglesia católica hacia una ciudanía absolutamente adoctrinada en sus ridículos mitos de pastores que vivieron en el creciente fértil durante la Edad del Bronce.
Por tanto asumimos con total naturalidad, que un bebé de unas pocas semanas de vida necesite ser purificado del ¿pecado original? mediante el bautismo. ¿Qué tipo de mente tan sucia, delirante y obscena es capaz de inventarse, y sobre todo de convencer a unos adultos responsables y absolutamente ilusionados, de que su vástago recién nacido es culpable de un supuesto pecado cometido por un par de analfabetos en un jardín hace exactamente seis milenios? Después, por si no fuera suficiente y siempre antes de cumplir los 8-9 años, ese mismo niño es nuevamente adoctrinado en una ceremonia pública en donde se celebra su unión con Cristo. Pocos años después pero todavía en plena adolescencia, el menor mediante la unción con el crisma de confirmación, es marcado de forma indeleble como católico. Como se puede observar tres sacramentos de iniciación cristiana antes de que el individuo sea mayor de edad, tenga formada una personalidad y unos criterios propios, pueda votar o según la legislación española actualmente vigente sin ni siquiera responsabilidad penal. Pero eso sí, ya unido irreversiblemente a la Santa Madre Iglesia, para que lo pueda contar como una oveja más de su rebaño y así justificar la autoproclamada catolicidad española, aunque luego algunos llevemos décadas intentando apostatar infructuosamente de esa dictatorial vinculación.
¿Porque seguimos considerando apropiadas este tipo de imposiciones a nuestros menores, cuando otras equivalentes como el adoctrinamiento político de la infancia se considera una violación de derechos humanos y durante el pasado siglo XX sólo fue utilizado por dictaduras: juventudes hitlerianas, komsomol o la hispánica Organización Juvenil Española durante el franquismo?
Este video que he obtenido en la red ilustra muy sarcásticamente este doble rasero de la religión frente a la política y otras facetas de la vida:
Para terminar como muy agudamente explica el eminente zoólogo Richard Dawkins, deberíamos proteger a la infancia del virus de la fe porque se ha demostrado que en un alto porcentaje de individuos, esta infección no llega nunca a curarse dejando secuelas irreparables que limitan o incluso anulan la capacidad de raciocinio humano.
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