La principal característica de las religiones organizadas es que siempre intentan administrar hasta la faceta más recóndita de las sociedades que dicen representar. El ejemplo más claro quizás sea el Islam, monoteísmo que regula toda la vida tanto particular como social de sus creyentes de tal forma que la Sharia o ley islámica cubre todos los aspectos de la vida del musulmán. Sin embargo hoy voy a comentar un aspecto de control religioso que puede parecer secundario y hasta grotesco pero que demuestra la irracionalidad de las creencias religiosas. Resulta que en España cuando un equipo de fútbol celebra una victoria importante (la consecución del título de Liga por ejemplo) suele ofrecer dicha hazaña al patrón católico de la ciudad por la ayuda sobrenatural recibida. Así por ejemplo en Madrid es a la Virgen de la Almudena,
en Barcelona a la Virgen de Montserrat, en Zaragoza a la Virgen del Pilar, etc a las que ofrendan los títulos deportivos. Como ateo español educado en el nacionalcatolicismo recuerdo de mi reprimida infancia que Virgen solo había una: la Virgen María pero que de hecho podía adorarse bajo múltiples advocaciones. Vamos un tremendo lío que nadie supo explicarme entonces y tema que en la actualidad tampoco clérigo alguno se atreve a entrar en detalles. Porque si los madridistas pidieron ayuda a la franquicia Almudena, los barcelonistas a la franquicia Montserrat y los zaragocistas a la franquicia Del Pilar para obtener el tan ansiado galardón deportivo ¿qué pasa con la única y verdadera Virgen María? ¿Se subdivide en tantas identidades como diferentes denominaciones tiene y pelea entre sí para apoyar a los distintos equipos?¿O por el contrario sólo ayuda al equipo del cual reciba más oraciones? Como se ve todo un problema irresoluble que además en ciudades como Madrid, que disponen de dos equipos importantes en Primera División, se agrava porque tanto Real como Atlético de Madrid piden ayuda y ofrendan a la misma franquicia (Almudena) sus triunfos. Por cierto que a la vista de los resultados queda meridianamente claro que la Almudena es seguidora del Real Madrid con 31 campeonatos ganados frente a sólo 9 del Atlético de Madrid, por lo que si yo fuera seguidor de éste último equipo me buscaba un poder sobrenatural más potente que ella o directamente me hacía ateo. Y no digamos ya nada de los pobres seguidores del Real Zaragoza que con ninguna liga ganada muestran que la Virgen del Pilar no tiene ningún tipo de influencia en el cielo.
Por cierto ya era hora que Santiago Apóstol, patrón de España, empezara a ganarse el sueldo porque después de tantos siglos de adoración por fin ha conseguido que este año ganemos el Mundial de fútbol. Aunque a la vista del palmarés de esta competición queda clarísimo que los respectivos patrones de Brasil (cinco mundiales) e Italia (cuatro) son los que tienen verdadero poder en el cielo. Estos datos también demuestran (como no podía ser de otra manera) que Dios es católico porque casi todos los títulos han sido conseguidos por equipos de fútbol de países seguidores del Papa de Roma aunque algunas veces apoye a los ingleses anglicanos, que ya se sabe son los protestantes que existen más parecidos al catolicismo.
En resumen, este es el tipo de cosas que pasan cuando las personas dejan de usar su espíritu crítico, que se empieza creyendo en los poderes de una zarza ardiente y se acaba conviviendo con total naturalidad con paradojas y absurdos tan ridículos como los que acabo de comentar.
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