Penas por blasfemia

Acaban de condenar a la pena de muerte en Pakistán a una mujer cristiana por criticar a  Mahoma y ofender al Islam puesto que según el artículo 295 del Código Penal pakistaní la blasfemia se castiga con la muerte. Ello demuestra lo repugnante del caso que nuevamente confirma que cualquier sistema religioso es nocivo no sólo para la inteligencia sino que también atenta con los más básicos derechos humanos. Además lo curioso del caso es la doble vara de medir de los diferentes fundamentalistas ya que el Papa católico (puesto que la víctima en este caso es cristiana si nó a que narices iba el Papa a perder el tiempo en defender a una blasfema confesa) ha expresado su solidaridad con quienes se encuentran en la misma situación que Asia Bibi, que así se llama la pecadora, aunque en ningún momento pronunció la palabra blasfemia. No sea que luego algún descreído ofenda a la religión católica que ya sabemos por estos lares que es la única verdadera y no podamos perseguirle.  Por supuesto Aisa también ha declarado “Si un juez me ha condenado a muerte por amar a Jesús, estaré orgullosa de sacrificar mi vida por él". Lo dicho dios los cría y ellos en sus respectivos fanatismos se juntan.

Además y con revuelo ya  montado resulta que ahora varios países musulmanes están intentando que el Tercer Comité de la Asamblea General de Naciones Unidas someta a votación una resolución que pide a los Estados miembros y cito textualmente “que promulguen las normas necesarias para combatir los actos de violencia, xenofobia o formas conexas de intolerancia y discriminación contra cualquier religión, así como los ataques y la desecración de los libros sagrados, los lugares santos y los símbolos religiosos y las personalidades veneradas de todas las religiones". En resumen quieren crear una norma contra la blasfemia internacional justificada entonces por Naciones Unidas. Así los respectivos iluminados podrán castigar como se merecen a los ateos porque ya sabemos que no somos mayoría en ningún país y vamos siempre ofendiendo a los sagrados embustes recopilados por diferentes disminuidos psíquicos que no fueron tratados en su momento por personal médico debidamente cualificado.