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2 de octubre de 2025

Las creencias religiosas no son elegidas libremente sino terribles cadenas mentales impuestas

Los creyentes afirman que sus delirantes creencias han sido elegidas libremente, pero la cruda realidad es que la religión se basa en el adoctrinamiento (generalmente de niños o personas con fuertes carencias emocionales y psicológicas) que les convierten en presa fácil de los supuestos mediadores de lo divino.

Y este adoctrinamiento recompensa la sumisión, la obediencia ciega, el (auto)control del pensamiento, la (auto)censura y el miedo mientras que castiga el pensamiento crítico, el análisis y la confianza en uno mismo destruyendo poco a poco la personalidad del creyente para convertirlo en un zombi descerebrado incapaz de tomar decisiones por sí mismo y sujeto a los deseos y órdenes de esos personajes sin escrúpulos llamados sacerdotes, rabinos, ulemas, monjes y demás parásitos sociales que destruyen cuerpos y mentes con su peligrosa superstición.

Y por supuesto, es muy difícil desengancharse de este tipo de condicionamiento psicológico-criminal puesto que todo el mundo: familia, amigos, vecinos y hasta gobernantes aceptan como normal lo que únicamente es puro y duro maltrato psicológico que genera en el individuo un síndrome de Estocolmo clarísimo, en donde el adepto acepta y hasta admira a quienes en realidad son sus terribles captores.

 

 

 

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