Excepto para los más fanáticamente iletrados cristianos es
evidente que la Biblia, lejos de ser la “palabra” de un dios, es simplemente
una colección de historias a cual más ficticia y que como muy irónicamente comenta
la Dra. Francesca
Stavrakopoulou, profesora universitaria experta en religiones, fue escrita
por múltiples (y desconocidos) autores durante un periodo que abarca más de
medio milenio, autores que presentan unos evidentes conflictos paternos que les
hacen merecedores del diván de un buen psiquiatra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario