No hay nada más ridículo que escuchar (y
sobre todo atender) a cualquiera de esos obispos patrios en sus disparatadas
charlas sobre el bien y el mal, la realidad y la ilusión o cualquier otro
asunto para comprender que tantos años de lectura de la Biblia y de persecución
de monaguillos no puede llevar a nada bueno.
Porque es del todo risible que un
anciano senil, como el ya tristemente famoso arzobispo de Valencia, que piensa
que palomas extraterrestres enviadas por zarzas ardientes copulan con vírgenes
judías, que somos culpables de un supuesto pecado frutal cometido por un trozo
de barro y su costilla, que la moralidad emana de un rijoso, pervertido y egomaníaco
diosecillo genocida inventado por ignorantes pastores de cabras para
entretenerse en sus frías y solitarias noches del desierto palestino, nos venga
a estas alturas del siglo XXI a abrir al conocimiento y mostrarnos qué es
actual o progresista al decir que
Sí, como lo oyen, la propia personificación de lo gastado,
lo viejo y lo cutre, un individuo que parecería ya obsoleto si hubiera vivido
en el Renacimiento, resulta que se permite pontificar sobre actualidad, opinando sobre cosas que
objetivamente ni conoce ni entiende puesto que ¿qué narices sabe este ignorante
fanático de biología para hablar sobre fetos y humanos? O ¿es que un individuo
supuestamente virgen que no ha conocido sexo alguno (aunque vista la larga
lista de pederastas católicos vaya usted a saber) puede entender algo de
relaciones personales y de pareja?
Quizás lo mejor que le podría pasar a
este pobre demente, junto con el resto de iluminados con sotana, sería que
fuera sometido a un riguroso y experto tratamiento psiquiátrico para intentar
controlar sus evidentes delirios mentales, porque si a sus años sigue creyendo
los increíbles cuentos derivados de la onírica Biblia cristiana pues va a ser
que muy bien de la cabeza no puede estar este ignorante anciano.
Finalmente dejo algunas interpretaciones sobre el verdadero matrimonio cristiano en las siguiente ácidas pero muy acertadas viñetas:
Finalmente dejo algunas interpretaciones sobre el verdadero matrimonio cristiano en las siguiente ácidas pero muy acertadas viñetas:
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