Hace unos días indicaba que con
los recortes indiscriminados en materia sanitaria llevados a cabo en España en
los últimos años vamos directamente hacia un desastre sanitario pero también
económico.
Pues bien, según las últimas estadísticas en el periodo 2010-2013
se ha producido una
disminución del gasto sanitario per cápita de un 10,4%. Si a esto le
sumamos que durante esta época la inflación ha sido del 9% en únicamente los 4 últimos años. Con este brutal recorte ¿alguien en su sano juicio puede pensar que ello
no va a repercutir muy seriamente en la salud de los ciudadanos, sobre todo de
aquellas clases sociales más desfavorecías: desempleados, jubilados con la pensión
mínima, inmigrantes tanto legales como ilegales, trabajadores que no llegan a
fin de mes, etc.?
En resumen esa inmensa mayoría silenciosa de españoles y
extranjeros que habita este país a la deriva y sin rumbo está siendo condenada
no sólo a vivir miserablemente, sino también a morir antes de tiempo. Y todo
ello para mantener un sistema económico caduco e injusto hecho a la medida de
las grandes fortunas y multinacionales.
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