En el ya un poco lejano 1998 se presentó un estudio sobre religiosidad entre la comunidad científica norteamericana en la prestigiosa revista Nature. Este estudio comenzaba como es habitual en cualquier comunicación científica con algunos antecedentes previos. Así se indicaba que en 1916 se preguntó a 1000 científicos de EEUU elegidos al azar sobre su grado de religiosidad y un muy llamativo 58% de los mismos indicó su incredulidad o sus dudas acerca de la existencia de un dios al estilo de los monoteístas. Además cuando seleccionó al subconjunto de los mejores científicos entre el total, el porcentaje de irreligiosos aumentó a un impresionante 70%. Recordemos que era principios de siglo en la religiosa Norteamérica, en donde muy probablemente los pocos ciudadanos normales ateos o agnósticos que pudieran existir estaban escondidos en catacumbas o similar. Esto da ya una idea muy clara de que la religiosidad es un fenómeno claramente asociado a la ignorancia. Los mismos autores repitieron sus preguntas a científicos en 1934, es decir casi 20 años después y como no podía ser de otra forma los porcentajes de irreligiosos habían aumentado al 67% del total de científicos y al 85% de los considerados mejores investigadores.
Los autores del estudio de 1998 compararon estos datos con los que ellos obtuvieron preguntando a científicos pertenecientes a la Academia de Ciencias de EEUU, es decir científicos también de élite. La siguiente tabla resume las comparaciones indicadas en porcentaje:
Dios personal
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1914
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1933
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1998
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Creencia
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28
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15
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7
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No Creencia
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53
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68
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72
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Duda o agnosticismo
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21
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17
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21
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Inmortalidad humana
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1914
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1933
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1998
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Creencia
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35
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18
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8
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No Creencia
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25
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53
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77
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Duda o agnosticismo
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44
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29
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23
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Como se puede observar mientras que el porcentaje de agnósticos se mantiene constante con los años existe un claro aumento de ateos parejo a una disminución de creyentes de tal forma que en 1998 los científicos religiosos eran ya una especie en extinción dentro de la Academia de Ciencias de EEUU. Cuando a estos mismos científicos se les preguntó sobre la posibilidad del alma inmortal, aunque los porcentajes estaban más igualados a principios del siglo XX, el resultado final en 1998 es similar al obtenido con la pregunta sobre Dios. Sólo una exigua minoría del 8% cree en la inmortalidad del alma.
Cuando en la encuesta de 1998 se separaron los datos por ramas del saber, los menos irreligiosos fueron los matemáticos en donde un 15% aceptaban la existencia de dios y del alma. Como no podía ser de otra forma los estudiosos de la biología con un exiguo 5-7% de creyentes fueron los más ateos mientras que físicos y astrónomos se mantenían en la media de 7-8% de personas religiosas.
Esta clara diferencia entre una abrumadora mayoría de científicos de prestigio ateos y una sociedad como la norteamericana en donde la religiosidad impregna toda la vida social muestra muy evidentemente que la creencia en un dios todopoderoso que pierde su infinito tiempo en escrutar la conducta de sus seguidores y atender sus patéticas súplicas es simplemente un rescoldo de ignorancia y narcisismo de mentes irreflexivas.
En resumen
En resumen
Casi todos los datos que ofrecen coinciden con otras fuentes que consulté por la Red, con excepción de que en otra los matemáticos aparecen como los más irreligiosos. Pero ese dato es menor en el mensaje completo. Curiosamente aparece un estudio religioso que hace referencia a aquel primer estudio de mayoría científica no creyente, pero luego dicen que las nuevas encuestas arrojan más de la mitad de. ientífi os creyentes. Nunca deja de sorporenderme lo fácil que mienten o adulteran los hechos para sobrevivir. Deben tener mucho miedo.
ResponderEliminarMe impresiona como DIOS,utiliza a sus detractores para analizar mejor la vida que el creo.Es decir,el ateo es la expresion de ironia y humor negro que tiene DIOS.A fin de cuentas sabe el, que cualquier estudio,matematica,ignorancia o conociemiento es totalmente relativo en esta vida terrenal,asi de simple.
ResponderEliminarPues deberías quitártela esa vida, si tan relativas son las cosas "terrenales" JAJJAJAA, fanáticoss como siempre
EliminarCharlie
EliminarLos religiosos ansían (o eso dicen) la vida eterna pero luego se aferrar a este valle de lágrimas como el que más. Esa es quizás la indiscutible prueba de que en el fondo hay menos verdaderos creyentes que linces ibéricos.
Adrián
ResponderEliminarA mí me impresiona como adultos hechos y derechos siguen aferrados a un amigo imaginario para aplacar sus miedos y esconder su ignorancia.
A mi me impresiona la ignorancia de todos los ateos que se creen inteligentes , porque esta ocurriendo todo lo contrario a lo que dicen ... El ateísmo esta desapareciendo y el mundo se está haciendo cada ves más religioso
ResponderEliminarWalter
ResponderEliminarPues no sé de donde sacas esa suposición porque en los países desarrollados (excepto EEUU) no quedan prácticamente creyentes, ya que incluso aquellos que se autodenominan religiosos en realidad no creen en los supuestos dogmas de su fe tal y como comenté en
http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2012/07/en-espana-ya-no-se-casa-por-la-iglesia.html
http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2011/11/australia-una-de-las-naciones-menos.html
http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2011/10/los-cristianos-europeos-son-los-menos.html
http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2011/06/ni-los-propios-cristianos-creen-en-los.html
http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2010/12/espana-un-pais-de-catolicos-ateos.html
http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2010/07/espana-catolica.html
E incluso hasta los sacerdotes ya no creen en su religión:
http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2011/09/sacerdotes-ateos-en-holanda.html