En el eterno debate entre cristianos fundamentalistas antiguos frente a los modernos y moderados hay que reconocer que los únicos consecuentes con sus creencias son los primeros.
No hay nadie más ignorante e inútil que aquel, que de rodillas y con los ojos cerrados busca una respuesta.
En el eterno debate entre cristianos fundamentalistas antiguos frente a los modernos y moderados hay que reconocer que los únicos consecuentes con sus creencias son los primeros.
Los creyentes nunca se han regido por la razón y así cuando se analiza mínimamente cualquier religión la única conclusión certera es que los religiosos creen en cosas incompatibles entre sí, además de muy desagradables y hasta ofensivas tal y como muestra el siguiente video.
Si un padre fuera por el mundo presumiendo de que su niño de 4 años es marxista, neoliberal, conservador o socialista es totalmente seguro que muchos se preguntarían si ese adulto es adecuado para tutelar a un menor.
Los teólogos llevan dos milenios diseccionando y, lo que es peor, justificando lo que simplemente son los delirios de pastores de cabras analfabetos.
Un impactante video de la ONU sobre el cambio climático y nuestro suicida comportamiento como una especie a la que le viene demasiado grande el apellido de sapiens.
Philipp Möller, miembro de la Fundación Giordano Bruno en Alemania, ha definido perfectamente la "alta moral" de los creyentes: mucho amor, mucha paz y más armonía, pero desgraciadamente sólo para aquellos que comparten sus estúpidos delirios, para aquellos otros herejes que adoran al dios equivocado solo tienen en cambio desprecio, odio, persecución y hasta genocidio.
Los católicos llevan milenios con unos malos trucos malos feriante, intentado convencer al aborregado rebaño cristiano que un trozo de pan y un poco de vino malo son el cuerpo y la sangre del nazareno demente ¡qué asco de caníbales católicos!, que un líquido asqueroso es la sangre "incorrupta" de San Pantaleón o que con un par de pases mágicos el agua del grifo se convierte en "bendita".
Aunque en esta semana santa, la inmensa mayoría de los cristianos siguen celebrando la muerte del nazareno demente de hace un par de milenios, resulta que la segunda venida de Jesucristo ya ha acaecido y casi nadie se ha enterado.
Si los ateos fuéramos por el mundo como los creyentes sería del todo risible. Sin embargo, esas profundas idioteces de ver el rostro de Cristo, de la virgen o de San Apapurcio mártir en una tostada o en las manchas de humedad de una pared no sólo cuentan con todo el respeto de millones de semideficientes mentales, sino que muchas veces sirven para “certificar” la existencia de una deidad supuestamente benevolente que, sin embargo tortura hasta la muerte por inanición o de cáncer a millones de niños cada año. Pero así es el disparatado y más que ofensivo mundo en el que viven miles de millones de descerebrados.
Hace ya tiempo Steven Weinberg, Premio Nobel de Física y destacado racionalista dijo que solo con la religión se puede convencer a una persona buena para que haga cosas malas.
El humorista George Carlin es capaz de destrozar como nadie el sinsentido de la religión: hay que adorar de la forma adecuada a la divinidad. Y por supuesto esa forma es siempre totalmente diferente a como la adorar esos impíos herejes que no tiene comunicación directa (como nosotros, los verdaderos y únicos creyentes) con el más allá.
Desgraciadamente el rebaño religioso es una hidra descerebrada, en donde cualquier hecho o simple coincidencia únicamente sirve para reafirmar la estúpida y delirante creencia de que los profetas y las divinidades a las que dicen representar son reales. Y por supuesto, todo aquel que ose desafiar de cualquier manera a esta muchedumbre idiotizada y fanática ya sabemos como termina.
Aunque los religiosos presumen siempre de humildad con eso de que los deseos de sus dioses son inextricables, luego sin embargo inexplicablemente son capaces de afirmar con total rotundidad que conocen hasta los detalles más nimios de lo que piensan y de lo que viven esas supuestas entidades omniscientes y atemporales. ¡Menuda caradura que tienen!
Después de la Segunda Guerra Mundial los EEUU llegaron a tener impuestos para las grandes fortunas que rondaban el 90% de los ingresos ¡algo que en la actualidad sería considerado una expropiación comunista en toda regla!
Lo de la iglesia católica con el sexo debería ser un tema de estudio por parte de la psiquiatría, porque la fijación que tienen esos supuestamente célibes (porque parece ser que violar niños no cuenta, algo así como las relaciones sexuales con palomas siderales) obispos católicos con el fornicio no puede ser nada sano.
Hace tiempo un obispo católico desveló lo que cualquier racionalista sabe: el negocio de la religión es el control de la culpa en la siempre infantilizada mente del creyente.
Lejos de esa visión infantilizada que tienen los creyentes acerca de lo maravilloso que es la supuesta Creación, la realidad es que bajo cualquier punto de vista mínimamente racional únicamente se puede concluir que, en caso de existir, Dios sería un ente totalmente chapucero que no merecería ningún tipo de reconocimiento, tal y como sarcástica pero muy acertadamente nos lo recuerda el divertido y siempre blasfemo George Carlin.