A diferencia de las religiones clásicas, inventadas por
dementes de todo tiempo y condición, hay una religión mucho más dañina,
enquistada en universidades, parlamentos, gobiernos y todo tipo de centros de
poder, que es en la práctica mucho más dañina para la sociedad que los delirios
del beduino pederasta o del nazareno milagrero.
Porque los economistas aprenden en las universidades (y ese dogma permea luego a toda la sociedad) que el modelo de economía de mercado, sin intervención estatal ninguna, es la panacea universal que nos llevará a un edén de felicidad y riqueza sin parangón. Aunque la realidad indica que unos pocos elegidos llevan ya siglos instalados en ese paraíso neoliberal y muy desgraciadamente el resto de los mortales nunca alcanzaremos a ver la tierra prometida.
Porque como bien indica el economista Steve Keen en una reciente entrevista:
“El mundo descrito por los economistas neoclásicos es un mundo ideal que en lo más mínimo se acerca a la realidad del capitalismo. Al final terminan confundiendo su modelo económico con la propia economía. Yo diría que se asemejan más a fanáticos religiosos que a científicos propiamente dicho; están tan aferrados a su visión que les resulta imposible creer en otras maneras más eficientes y en consonancia con la realidad de hacer las cosas. Ellos dan por hecho que el dinero y el crédito son solamente un velo sobre el intercambio de productos, pero la realidad es que producen crisis económicas.”
Y esta religión económica es la principal fuente de sufrimiento para la inmensa mayoría de la especie humana.
Y de regalo un interesante video sobre el tema:
No conocía de esta entrevista.
ResponderEliminarGracias