Cuando se reúnen un fanático telepredicador y un conspiranoico a compartir “argumentos” el despropósito puede alcanzar cotas inimaginables tal y como ha ocurrido recientemente en los siempre particulares EEUU.
El telepredicador evangélico Jim Bakker, famoso entre otras cosas por vender un mejunje con el que dice curar la COVID-19, el SIDA y todas las enfermedades conocidas, ha invitado a su programa televisivo al teórico de la conspiración Steve Quayle, un personajillo que “piensa” ¡qué eufemismo! que los hisopos nasales tan habituales en estos tiempos de pandemia son parte de un plan nefasto para obtener el ADN de las personas y así fabricar armas que convertirían a los incautos en zombis carnívoros.
Y como pueden imaginar el juntar a dos tipejos como esto ha dado un resultado “espectacular”. Les dejo con su charla:
“Los zombis que hay en la Tierra son una enfermedad como cualquier otra enfermedad que afecta a las personas y se vuelven como zombis. ¿Está bien?" Preguntó Bakker.
"Eso es sólo una parte de la historia", respondió Quayle. "Los zombis también tienen la entidad espiritual maligna conocida como posesión demoníaca".
"La mejor manera de explicar la sed de sangre de los zombis es esta: el apetito de los demonios expresado a través de los humanos", continuó Quayle. “Debería ser asombroso para la gente que las personas más ricas del mundo - no todas, pero algunas de ellas - estén en ceremonias ocultas donde tienen que beber sangre extraída de un niño torturado. Eso es enfermizo, pero ese es el apetito de los demonios expresado a través de los humanos".
“Pueden inducir el zombieismo, al menos el apetito por la carne humana”, agregó. “Si todo esto es una locura, ¿por qué los militares tienen un manual al respecto? ¿Por qué los CDC incluso tienen algo en su [sitio web]? Recuerde, el Centro para el Control de Enfermedades, o la Creación, lo llamo, esa es mi opinión. Todo el tema de los zombis podría reducirse en un extremo a un humano genéticamente modificado que ya no es humano en el nivel que tú y yo o un ser vivo lo somos. Entonces ese cadáver, ese caminante - animado, hay una palabra mejor, no es vivo - un cadáver animado está poseído por una entidad demoníaca. Esa entidad demoníaca tiene conocimiento, tiene sensibilidad, tiene ... ¿cómo digo esto? - hay un propósito para no hacer nada más que destruir".
¿Cómo se han quedado?
Yo, ante estos estafadores que dicen tener cura para casi todo, les propondría en público una transfusión de sangre entre nosotros diciéndole que tengo, por ejemplo, SIDA.
ResponderEliminarLa cantidad de excusas que pusiese sería directamente proporcional a la poca creencia que tuviese el estafador en sus remedios.
Lo malo es que los fanáticos que le creen son inmunes a cambiar de opinión, pero por lo menos abriría los ojos a los que son algo escépticos...