Que a estas alturas del siglo XXI se encarcele a alguien, como ha sido el caso en Argelia, por decir que el Corán está lleno de mitos y no es historia real, únicamente muestra que como especie hemos avanzado poco y menos.
Un escritor y humanista argelino ha sido condenado a multa y a tres años de prisión por decir la pura verdad: que la historia de Noé y esa estupidez físicamente imposible del famoso Arca no es más que un mito y no historia.
Además el pensador indicó que el sacrificio ritual de animales en el Islam es una herencia de fiestas paganas preislámicas de las tribus del desierto, anterior a las invenciones de Mahoma.
Y menos mal que no ha dicho que esa demencial historia del pederasta subiendo al cielo a lomos de un corcel blanco tampoco fue un hecho real, porque entonces lo mismo acaba lapidado en la plaza del pueblo.
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