Parece que una demente religiosa estadounidense ha
encontrado la forma de mantenerse a salvo del peligroso coronavirus: ¡empaparse
de la sangre de Jesucristo! o eso ha dicho mientras acudía con sus hijos a una
iglesia a compartir la infección.
El problema ahora es saber dónde encontrar tanta sangre. A
no que se crea en la estupidez de la transubstanciación y entonces se vaya uno a la
iglesia con una garrafa de vino, que el cura lo convierta milagrosamente y
luego uno se duche con ese vinazo.
¡Lo guapos que van a quedar los cristianos y
lo felices que van a hacer a los bodegueros si cunde el ejemplo de esta
estúpida!
La transubstanciación es como la alquimia, fácil de creer pero imposible de realizar y menos conseguir
ResponderEliminarNo se lo cree ni dios
"No se lo cree ni dios"
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por principio no es mala idea, que a fin de cuentas es alcohol. pero sería mejor y más efectivo utilizar vodka
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