Un artista gallego ha hecho una pintada sobre la tumba del
genocida fascista, cuando lo que habría que hacer es destruirla completamente y
repartir los huesos del criminal y asesino con voz de pito por las cunetas de
este país tal y como están cientos de miles de sus víctimas.
Y observen como corre raudo el infame monje a "defender" la tumba del genocida. Y es que la iglesia católica siempre con los asesinos fascistas.
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