Así nos va en España: enseñando en el colegio pasodobles patrióticos e himnos fascistas en lugar de ciencias

Nuestros nacionalcatólicos gobernantes patrios están más que crecidos. No pasa un día en el que el iluminado de turno del gobierno decida dar una vuelta atrás camino de ese fascismo católico al que tanto admiran.

Y así, después de legislar casi como en una dictadura prohibiendo cualquier tipo de libertad de expresión o de manifestación a golpe de multas y encarcelamientos, ahora el más que arcaico Presidente del gobierno y sus ministros meapilas han decidido que hay que fomentar el más rancio espíritu patrio. 

Y para ello nada mejor que la exaltación militar en los colegios, de tal manera que a partir de ahora nuestros hijos serán imbuidos en ese rancio espíritu de la patria y la bandera mediante (y no es broma) la interpretación el clase por parte de los alumnos del más que desfasado pasodoble ¡sí, han leído correctamente: un pasodoble como en tiempos de Maricastaña! “Banderita tu eres roja”, que se inicia con esta estrofa tan patéticamente inequívoca de 

Allá por la tierra mora,
allá por tierra africana,
un soldadito español
de esta manera cantaba:

Y que termina con esa estupidez más que rancia de 

El día que yo me muera 
si estoy lejos de mi Patria, 
sólo quiero que me cubran 
con la Bandera de España.

Y por si fuera poco los alumnos tendrán que marcar el "compás con paso de marcha".

Y si es absurdo cantar el pasodoble, pues lo que viene todavía es peor, porque los alumnos también tendrán que cantar el Himno de la Armada española, que como todos ustedes pueden sospechar tiene de democrático y moderno lo mismo que los Reyes Católicos ya que fue compuesto en plena dictadura fascista y tiene estrofas tan ofensivas como esa de 

El imperio a España vendrá 
por los caminos del mar. 

O esa otra de

Hay que morir o triunfar, 
que nos enseña la historia: 
en Lepanto la victoria 
y la muerte en Trafalgar. 

Y ya para no dejar ningún tipo de duda este himno termina con esta letra más que repugnante

Soñando victorias, diciendo cantares, 
marinos de España crucemos los mares, 
delante la gloria, la leyenda en pos, 
debajo las voces de nuestros caídos, 
y arriba el mandato de España y de Dios. 
De España y de Dios, de España y de Dios.

Así que ya ven, aprender matemáticas o ciencias puede que no aprendan nuestros hijos, pero eso sí saldrán de la escuela con una formación músico-militar-fascistoide que seguramente enorgullecerá muy mucho en su tumba al gallego genocida con voz de pito por la falta de un testículo.