Irán es uno de los más claros ejemplos de la enfermiza degradación
mental que produce el fanatismo religioso. Pues bien, en este país medieval una
banda de heavy metal ha sido acusada de satanismo y blasfemia.
Y ya se sabe como las gastan en estas teocracias medievales:
los componentes del grupo han sido encarcelados y se enfrentan a largas penas
de prisión e incluso a la ejecución por "insultar a las sagradas
creencias" inventadas por el beduino demente y pederasta.
Pero eso sí, hay que respetar siempre las sagradas creencias de
todo el mundo puesto que por supuesto están por encima de cualquier otro derechoo consideracion.
es en serio me daria verguenza ser irani
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