Hace algún tiempo en diversos blogs de Bangladesh, varios activistas
denunciaron a algunos dirigentes del partido islámico "Jamaat-e-Islami" (que
preconiza la aplicación integral de la Sariá) por crímenes de guerra cometidos
durante la lucha por la independencia que enfrentó al país con la metrópoli
pakistaní a principios de los años 70 del pasado siglo.
Rápidamente estos activistas
fueron amenazados y uno de ellos conocido por sus posturas anti-islámicas, Ahmed
Rajib Haider fue recientemente asesinado a machetazos. Pero la situación se agravó estas
pasadas semanas cuando varios cientos de miles de imanes pertenecientes a cerca
de medio millón de mezquitas de Bangladesh predicaron de manera vergonzosamente
coordinada desde sus púlpitos el asesinato de todos aquellos blogueros del país
(al estilo del perpetrado contra Haider) que escribieran artículos que pudieran
considerarse "blasfemos" contra el Islam o contra su profeta Mahoma
en una ya clásica pero por ello no menos criminal visión retrógrada y medieval
de entender el mundo. Además poco después, una docena de
partidos islámicos secundaron esta criminal prédica y movilizaron a sus seguidores
en diversas manifestaciones por todo el país pidiendo la muerte para los
blogueros ateos e impíos, las cuales han derivado en verdaderas batallas
campales entre la policía y los fanáticos dementes.
Pero eso sí, la religión es una fuente de paz, amor y concordia
entre los seres humanos.
¿Qué será lo que están esperando los líderes y organizaciones mundiales para enfrentar y restarle el inmerecido respeto que se le otorga al Islam y a tantas otras confesiones de odio en el planeta?
ResponderEliminarLos déspotas siempre han utilizado el recurso barato de las creencias religiosas para tener a la población autocontrola por temor a castigos divinos. Pero cuando los súbditos conocen la trampa y se rebelan, los despotas no se autocontrolan en el uso de la fuerza. Pero tienen un problema insalvable: son pocos y cobardes.
ResponderEliminarFisivi
ResponderEliminarYo no estoy tan seguro de que sean pocos (cobardes sí). Incluso en nuestro civilizado mundo occidental estamos rodeados por todas partes de fanáticos prehistóricos. Y no digamos ya en el mundo islámico. Sólo tienes que ver que las revoluciones árabes están derrocando tiranos y sustituyéndolos por repúblicas islámicas todavía más anacrónicas y dictatoriales si cabe.
No creo que sean muchas las personas que se quieren imponer sobre los demás, sino que los que si lo quieren se aprovechan de una necesidad común a todos, la de pertenecer a una comunidad fuerte. Los líderes religiosos ofrecen una sensación de estabilidad de su comunidad porque la basan en algo divino que supuestamente es independiente de los defectos humanos. Pero como las religiones son inventos humanos y son excluyentes, lo que provocan son enfrentamientos.
ResponderEliminarFisivi
ResponderEliminarTodas las jerarquías religiosas quieren imponerse al resto de la sociedad, bien en su versión extrema tipo islámico o en la más "civilizada" cristiana que sin perseguir a los diferentes como en épocas antiguas, se exigen (y desgraciadamente se consiguen) múltiples privilegios.