A estas alturas ya no asombra a
nadie viendo a políticos españoles en activo no solamente sumisos ante la
iglesia católica sino además haciendo publicidad de su debilidad mental. Ahora toca el turno a los alcaldes de Boadilla
del Monte (Madrid) y de Ocaña (Toledo), ambos pertenecientes al muy
cristiano Partido Popular, que han sido nombrados “Cruzados de la Orden de Caballería
del Santo Sepulcro de Jerusalén”. Sí, no es una broma. Caballeros cruzados
ahí es nada, para según los propios estatutos de la orden “el mantenimiento
de la presencia cristiana en Tierra Santa”. La pena es que dichos meapilas no
se vayan a vivir a Palestina y dejen sus cargos públicos vacantes.
Por supuesto también tienen
obligación de “absoluta fidelidad al Sumo Pontífice”. Toma separación
iglesia-estado si un alcalde en activo debe absoluta sumisión a un jefe de
estado extranjero. Para que luego digan que no hay incompatibilidad de
jerarquías. Además dicha orden obliga a que “sus miembros no pueden tomar parte
en entidades que se encuentren en contraste con la doctrina y enseñanzas de la
Iglesia Católica”. Como por ejemplo la administración pública española que
defiende el aborto, el divorcio, el matrimonio homosexual, etc. Por tanto o
estos impresentables son unos hipócritas que abjuran de sus principios
religiosos o trabajan para una potencia extranjera que intenta socavar nuestro orden
constitucional. Y el fiscal general del estado mientras tanto haciendo dejación
de sus funciones. Para finalizar os dejo con el estandarte oficial de tan anacrónica
y rancia asociación que resume muy bien su filosofía
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