Una de las principales características de las personas religiosas es que encuentran a su dios particular en casi cualquier momento de sus vidas o suceso ocurrido en cualquier parte del mundo. Así no es nada infrecuente encontrar que tras un terrible accidente en un medio de transporte (avión, autobús, etc) con decenas o centenares de viajeros muertos si aparecen unos pocos supervivientes, los medios de comunicación en general y los corifeos religiosos comienzan a hablar sin recato alguno de milagro y enseguida se organizan misas, plegarias, encendido de velas y un largo etcétera de alabanzas a ese dios misericordioso que ha permitido la supervivencia de algunos elegidos. Por el contrario nadie de estos piadosos individuos es capaz de continuar con esta aplastante lógica y por tanto culpar a ese dios ahora inmisericorde de la muerte del resto de viajeros. ¿Es que todos ellos eran pecadores que debían ser exterminados de manera tan instantánea? Es indigno dar gracias a un inexistente dios por la salvación de unos pocos cuando todavía están recogiendo en el lugar del accidente los restos de los muertos. Además no sienten ninguna vergüenza ante los doloridos y traumatizados familiares de estos muertos en restregarles sin ningún pudor que el bondadoso dios no ha considerado oportuno salvar a todos los pasajeros del accidente. Máxime cuando muchos de los muertos y sus familiares por simple estadística suelen creer en un dios bueno que vela por su seguridad. Esta ceguera alcanza su máxima categoría cuando el avión o el autobús llevan de viaje a peregrinos a santuarios religiosos católicos o cuando una avalancha acaba con vida de cientos de musulmanes en su peregrinación a La Meca. Aquí debería estar claro que Dios o Alá no tenían ninguna simpatía por algunos de sus feligreses pero en estos casos no aparece ningún sacerdote o imán para justificar este extravagante comportamiento divino. A no ser que el Dios católico sea el que elimine a los musulmanes y en justa reciprocidad Alá mate a los peregrinos católicos, actuación nada extraña a la vista de los comportamientos de sus respectivos seguidores a los largo de la Historia.
Si ya has tratado en tu blog el tema de cualquiera de los artículos que lees aquí, te animo a dejar en la sección de comentarios un enlace o URL que nos lleve hacia él, siempre y cuando no sea para hacer proselitismo de la superstición en cualquiera de sus variantes. Todos ganamos con el intercambio fomentando la discusión racional.
No hay nadie más ignorante e inútil que aquel, que de rodillas y con los ojos cerrados busca una respuesta.
PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¿Pero de qué vas tío? ¡No tienes ni idea de religión y te crees un catedrático!
ResponderEliminar¿Desde cuándo se organizan misas y plegarias por los supervivientes? ¡Se organizan por los que han muerto! Jamás en todos mis años de cristiano, después de un accidente se ha hecho una misa para agradecer a Dios los supervivientes... sino para consolar a los familiares y pedir por los fallecidos y sus familias... Tus argumentos son como poco extravagantes y propios del que no sabe y habla por hablar :S
Además, es curioso que le eches la culpa a Dios de que los hombres no sepan usar bien su libertad. ¿Una avalancha religiosa? ¡Pues como cuando se produce una avalancha en una discoteca! Problema simple y racional (como todos los buenos católicos, que somos muy racionales aunque tus prejuicios no te lo permitan ver): Ahí no debería haber habido tanta gente. PUNTO. Dios nos ha creado con un cuerpo físico en un mundo físico, y donde caben 500 personas, no pueden entrar 2000. Así de simple y científico.
Si un tío mete a más gente del aforo de una discoteca, Dios no tiene la culpa de que el hombre desee ser malo y avaricioso ganando beneficios a costa de la seguridad de los demás. Y lo mismo en un evento religioso: Dios no tiene la culpa de que haya gente que en esos momentos no sean prudentes y se preocupen de decir: "Aquí no pueden entrar más de 10000 personas, lo siento. Vengan otro día".
Lo que os pasa a todos los ateos de alguna manera es querer echar la culpa a Dios de todos los problemas que creamos los hombres... Y es que gracias a la libertad con la que Dios nos ha creado, nos permite ser malos... y a ti te permite hasta no creer. ¿Ojalá nos hubiera creado como marionetas a sus pies y que no pudiéramos hacer nada de nada de nada de nada de nada de nada? No habría maldad, ni tampoco accidentes de ninguna clase. A cambio no habría libertad (seríamos esclavos), ni Amor (seríamos insensibles), ni gratuidad de la Vida (seríamos solo muñecos que no podrían moverse sin su decisión y previsión).
Compensa mucho que Dios nos haya dado la libertad de movernos por donde queramos (aunque eso suponga sufrir algún accidente: solo el que no puede moverse no sufre accidentes) y hacer el Bien y Amar libremente sin que Él nos fuerce.
Francisco Javier
EliminarLo único que pido a los lectores de mi blog es que primero lean las entradas, después piensen un poco y más tarde escriban lo que piensen, pero por favor siempre tras haber entendido el mensaje de la entrada. Así que voy a intentar transmitirte por segunda vez el mensaje de lo escrito. El argumento versa sobre la indecencia de los creyentes que tras un accidente, intentan de forma patética y sesgada apropiarse de lo poco bueno que ha ocurrido en la tragedia, que es que algunos individuos sobrevivan por azar, para luego servil y humillantemente justificar a su patético y miserable diosecillo. La culpa no es del dios inventado, sino de sus mezquinos vicarios, que intentan sacar partido a una tragedia para extorsionar a los sobrevivientes y a sus familiares para adoctrinarles y encadenarles a su desvergonzada secta con el supuesto milagro de su accidental supervivencia.
Finalmente, ningún dios ideado por la locura de mentes ociosas (incluido el tuyo sea cual sea) da a nadie ni libertad, ni amor, ni vida. Esa creencia es una muestra simple y llana de debilidad mental.
Como te repito, los cristianos oramos por los que sufren independientemente de su bondad o maldad... "Consolad a mi Pueblo" dice el Señor. Si no me crees en eso de que las misas son por los muertos y no por los supervivientes, no tienes nada más que poner la Tele después de un accidente... ¡a ver si te encuentras alguna "Misa de acción de gracias"! ¿Viste el autobús que se estrelló hace poco en Holanda? Pues Bélgica bullía de misas de consolación.
ResponderEliminarY por cierto, una curiosidad bíblica ya que te preguntas: "¿Es que eran más pecadores y por eso merecían la muerte?"
Dice el Evangelio de San Lucas en el Capítulo 13:
"En aquel momento llegaron algunos anunciándole que Pilato había matado a unos galileos, mezclando su sangre con las víctimas que ofrecían en sacrificio. Jesús les dijo:
¿Pensáis que esos galileos eran los más pecadores de todos los galileos por sufrir eso? Os digo que no; y, si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. ¿Creéis que aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre de Siloé y los mató eran los únicos culpables entre todos los vecinos de Jerusalén? Os digo que no. Todos pereceréis igualmente si no os arrepentís."
Aquí Jesús, el mismo Dios, que los buenos también sufren accidentes. ¡Si te pasa algo no es que seas malo! Y advierte: que si no nos convertimos y empezamos a obrar obras de justicia, llegará el accidente, la desgracia que ya no tiene solución después de nuestra vida.
Los cristianos oráis porque, como mentes infantiles que sois, necesitáis que alguien adulto (aunque sea alguien inventado) os conforte y os muestre un camino que en vuestra absoluta dependencia e ignorancia sois incapaces de ver. No entendéis que la vida está llena de azar, no hay recompensa final, sólo el hecho de vivir una vida digna intentando hacerlo lo mejor posible, sin esperar miserablemente castigo o recompensa externa, para únicamente poder decir al final, en conciencia, que nos esforzamos por ser mejores porque así lo quisimos libremente. Sin dios ni castigo que nos humille.
EliminarHola, buen día para todos. Me parecen muy interesantes los comentarios y sobre todo el análisis crítico realizado por ateo. Me voy a permitir añadir algo a lo dicho ya, lo hago con todo respeto para cualquier postura. Independientemente de la liturgia o elementos culticos que hay en cada tradición y el por qué de ellos, el punto con mayor relevancia es el hecho de que los creyentes en Dios hemos mal interpretado el mensaje y vida de nuestro Maestro Jesús, ¿De qué forma? Hemos creído que somos los más importantes para Él, que todo el mundo gira en favor nuestro, hasta Él mismo, pero nada podría estar más alejado de una realidad bíblica, el sentido y mensaje de la Escritura más que llevarnos a un individualismo nos lleva un trabajo de colectividad para el mejoramiento de nuestra sociedad (donde vivimos creyentes y no creyentes), labor que es encargada en particular a la iglesia de Cristo en un modo imperativo, pero sin exclusiones de ningún género. La Escritura muestra a un Dios que amó a toda su creación y lo mostró con una expresión sublime de ese amor y formó un organismo que también es una organización para ser vehículo de la manifestación de su amor. Si los creyentes hiciéramos lo que hemos sido llamados a hacer habría más creyentes, una mejor sociedad, menos hambre, menos guerras, y las cifras alarmantes de delincuencia y maldad en el mundo disminuirían. Al tener una visión narcisista de las cosas perdemos el verdadero sentido de nuestra existencia y menospreciamos a aquellos que sufren por las consecuencias de una sociedad sin Dios.
ResponderEliminarPor otro lado el hecho de que unos mueran y otros vivan eso le compete únicamente al Dador de vida y a nadie más, al final todos moriremos unos antes, otros después, todos pereceremos pero hay una pequeña gran diferencia, los que tenemos fe en Dios también tenemos la esperanza de volver a la vida.
Blaise Pascal escribió: "Prefiero equivocarme creyendo en un Dios que no existe, que equivocarme no creyendo en un Dios que existe. Porque si después no hay nada, evidentemente nunca lo sabré, cuando me hunda en la nada eterna; pero si hay algo, si hay Alguien, tendré que dar cuenta de mi actitud de rechazo."
Blaise Pacal: “prefiero equivocarme creyendo en un dios que no existe, que equivocarme no creyendo en un dios que existe. Porque se después no hay nada, evidentemente nunca lo sabré, cuando me hunda en la nada eterna; pero si hay algo, si hay alguien, tendré que dar cuenta de mi actitud de rechazo”.
Eliminar¿Qué es ser listo? Listo es aquel que basado en su propio deseo o en el deseo colectivo, lleva alguna forma de ventaja, siendo incapaz. Porque si tuviese capacidad, no tendría que ser listo. Si fuese inteligente, todo su pensar y acción serían inteligentes, no necesitaría ser listo para parecer inteligente. Porque aquel que consigue diploma sin haber estudiado, o algún empleo sin tener capacidad, o conquistar cualquier cosa a través de la listeza, por ser imposible por los medios legales, es un listo. Diferente de las personas que estudian, comprenden y consiguen lo que pueden por medio de su propia capacidad. El listo es aquel que se da “bien”, porque consigue engañar haciendo a los otros de bobos, como piensa el común de las personas. Pero, ¿desde cuándo una persona inteligente precisa engañar a alguien? ¿Desde cuándo una persona inteligente quiere llevar ventaja?. La necesidad de llevar ventaja o de engañar a las personas es de las personas ignorantes y estúpidas. El ser listo es la demostración de que la persona es ignorante y estúpida.
La idea de Pascal es de un listo, ya que quiere engañar el propio ser superior si ele existir. Por las dudas, hay que creer en estupideces. Por las dudas, cuando algo sucede de acuerdo con lo deseado, hay que dar tres saltitos y golpear en una madera, para que la buena suerte siga estando por cerca. Los días veintinueves hay que colocar una moneda debajo del plato de tallarines, para tener buena suerte con dinero (grande problema es en febrero). Pasar por debajo de una escalera, trae mala suerte (cuidado con entrar en un edificio, o en el subterráneo). Etc. Etc.. Realmente no sabemos si estas cosas suceden, pero por las dudas es mejor aceptarlas como verdaderas, porque puede ser que si no lo haces puedes sufrir las consecuencias.
No sé la sensación que tienen cuando escuchan alguna cosa de estas, pero para mí particularmente me hace sentir como si alguien me hubiera dado un puntapié en el escroto. Ser estúpido es una condición natural particular, pero hacerlo público es el colmo de la ignorancia. Si Pascal hubiese sido inteligente no habría proferido esta estupidez. Y lamentablemente todavía forma opiniones. Vamos a creer, porque si no existe y creemos, no ocurre nada, pero si existe y no creemos puede hacernos sufrir. Que falta de dignidad. Que falta de masculinidad. Que juego más falso y estúpido es este. Tienes libre arbitrio pero si no crees en el, te va a castigar eternamente. Parece un ataque histérico homosexual. Si no me aceptas te odio y vas a pudrirte y sufrir eternamente quemando en el infierno. ¿Será que en este siglo van a parar de creer en estupideces y madurecer mentalmente?. ¿Piensan que ser listo es tener madurez mental? ¿Hay que aceptar la creencia de un ser superior por miedo a un castigo?
Los Ateos preferimos no equivocarnos. Preferimos saber la verdad. Preferimos vivir sin miedos. Preferimos ser libres. Preferimos no ser ignorantes. Preferimos entender la vida. Preferimos vivir la vida. También preferimos hablar con personas que utilicen la inteligencia, pero esto está cada vez más difícil.
Jesus
ResponderEliminarLa apuesta de Pascal es falaz hasta el límite más absurdo, porque si adoras al dios judeocristiano y luego resulta que es Zeus o Isis quien te juzga apañado vas. En ese caso los ateos al menos no habremos perdido miserablemente nuestras vidas como los creyentes en adorar al dios erróneo. Medita sobre ello.