El adoctrinamiento religioso lleva a una triste paradoja:
afirmar que adoran a un dios benevolente cuando en realidad esa misma divinidad
ha dejado muy claro en su libro sagrado que es un asesino y un genocida.
Y por supuesto, cuando los idiotizados creyentes se enfrentan a esa cruda realidad se quedan sin palabras como en el siguiente video:
Pero claro, la sorpresa de los creyentes es explicable ya que en la práctica son iletrados, solo repiten como loros las consignas que les indican los sotanados de turno y andan faltos de cualquier tipo de raciocinio.
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