La gran pregunta para los cristianos

Los cristianos menos ignorantes y dogmaticos llevan retorciendo torticeramente el libro donde se plasma la realidad según su supuesta omnisciente divinidad para intentar, de la manera más patéticamente desesperada por cierto, el encajar (aunque sea a martillazos conceptuales) los meros disparates de unos analfabetos mentales de tiempos más que remotos con la cada vez más sólida evidencia científica, que muestra de la manera más descarnadamente aséptica que  toda su fe no es más que uno de los mayores errores intelectuales cometidos por algunos de los más delirantes miembros de esta especie que, a pesar de autodenominarse sapiens tan rimbombantemente, muchas veces tiene la altura mental de un anélido.

Y para desmontar toda esa absurda falacia de la "interpretación" bíblica, que únicamente trata de esconder (infructuosa y patéticamente por cierto) bajo una verborrea más que inane la comprensión de que la Biblia no es más que un conjunto de dislates de analfabetos del pasado más remoto, no es necesario acudir a ningún malévolo pensador ateo, sólo hace falta escuchar a uno de los mayores paladines del cristianismo, al más que famoso Ken Ham, el equivalente a una estrella del rock cristiana, al que siguen millones de fundamentalistas protestantes y además pagando, no como los siempre rácanos católicos de este lado del charco que mucho presumir de sus creencias, pero más ateos que nadie en cuanto tienen que poner un par de euros de su bolsillo.