Después que hace unos meses todos
los líderes religiosos de Liberia indicaran inequívocamente que sus respectivos
dioses les habían mostrado que
"Dios está enfadado con Liberia y que el ébola es una plaga"
y que estos santos varones hubieran recomendado a la impía población
que rezara y pidiera perdón a Dios por
"la corrupción y los actos inmorales, como la homosexualidad, que continúan penetrando en nuestra sociedad"
parece que algunos empiezan a tomar medidas contra los
culpables de este plaga bíblica, los homosexuales, de tal manera que los
ataques a personas con esta orientación sexual se están haciendo cada vez más
frecuentes en el país. Y es de temer
que a medida que la epidemia se vaya extendiendo la comunidad gay del país se
pueda convertir en el chivo expiatorio de la ignorancia de los más desesperados
azuzados por el fanatismo religioso.
Pues ha pasado como lo mismo con lo del pararrayos en EEUU, que según los fanáticos de la época fue castigado con el terremoto de Lisboa; esta vez la poco sutil y enojadiza deidad para castigar a los homosexuales ha llegado a matar curas heterosexuales.
ResponderEliminarSu mala puntería deja mucho que desear ¿será que sigue creyendo que la Tierra está inmóvil y por eso le apunta al cura y le da al campanario (sí, en este caso suena paradójico, pero así es la frase)? (Y si le sumamos que se supone que es infalible...ejem).
En fin, parece que los desastres sacan lo peor de la gente, particularmente dan lugar a la búsqueda de un chivo expiatorio, costumbre religiosa si las hay :-(