Porque la decisión de la fiscalía
de Málaga de incoar diligencias de investigación para esclarecer si las declaraciones
sobre la homosexualidad hechas por el cardenal Fernando Sebastián son constitutivas
de infracción penal son una buena noticia.
Aunque no nos hagamos ilusiones ya que el problema es
que en este país ningún juez tiene las agallas suficientes para perseguir a esta
mafia sotanada, porque entonces todos los miembros de la Conferencia Episcopal
al completo acabarían en la cárcel, ya que es imposible decidir cuál de estos
ancianos reprimidos y represores es el más homófobo de todos. Les dejo con la foto de otro de estos impresentables para que juzguen ustedes.
no caerá esa breva , por desgracia.
ResponderEliminarEl comentarista anterior acaba de quitarme las palabras de la boca. Supongo que es el comentario obligado.
ResponderEliminarY yendo a la noticia, ¿cómo se concilia el odio a los homosexuales con la frasecita esa de que los niños provocan? Que se las trae, por cierto, da asco pero retrata de cuerpo entero al que la suelta. ¿No será que en el fondo tienen envidia de los que viven su vida libremente sin necesidad de pensamientos ni actos sórdidos como los que abundan entre ellos?
Ver caer a todas esas lacras sería orgásmico. Espero vivir lo suficiente para sentir algo parecido cuando uno que otro bichejo de esos caiga
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