Si ya has tratado en tu blog el tema de cualquiera de los artículos que lees aquí, te animo a dejar en la sección de comentarios un enlace o URL que nos lleve hacia él, siempre y cuando no sea para hacer proselitismo de la superstición en cualquiera de sus variantes. Todos ganamos con el intercambio fomentando la discusión racional.

No hay nadie más ignorante e inútil que aquel, que de rodillas y con los ojos cerrados busca una respuesta.


PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.

Red Atea

Red de blogs AteosMagufos, Blogs de escepticismo y ciencia

Buscar este blog

27 de octubre de 2025

La religión es (desgraciadamente) el triste resultado del intento de nuestros más lejanos antepasados de comprender el mundo

Solo hay que estudiar (aunque sea mínimamente) algo de historia, de filosofía y de antropología para concluir sin ningún género de dudas y como dicen en las películas norteamericanas de juicios “más allá de toda duda razonable” que la religión es el primer (y por tanto el peor) de los intentos humanos para explicar una naturaleza compleja que se encontraba más allá de sus pobres conocimientos.

Porque para nuestros lejanísimos antepasados todo (la lluvia, el trueno, las enfermedades, los desastres naturales y todo lo demás) eran situaciones misteriosas que ellos en su simplicidad mental “explicaron” basándose únicamente en su pobre “conocimiento” y así inventaron toda una casi infinita pléyade de duendes, hadas, trasgos, demonios y dioses que vivían en todas partes: los ríos, las montañas, los lagos, las plantas, los animales y hasta dentro de algunos humanos que eran poseídos por esas poderosas e incognoscibles fuerzas que por otra parte debían ser respetadas y adoradas porque era evidente que con su poder podían destruir fácilmente a unos pobres monos bípedos, con poco pelo y menos fuerza, por lo que se necesitaba de una sumisión constante y de un soborno diario en forma de rezos, sacrificios de animales (y si era necesario de vírgenes, jóvenes y hasta de nuestros propios hijos) para aplacar su poderío y sobre todo su maldad.

Y es así como surgió el animismo, la primera “explicación” y el primer y mayor error de una humanidad que a lo largo de los milenios ha ido complicando cada vez más ese despropósito mental y social llamado religión que nos ha tenido esclavizados con las cadenas de la más ignorante superstición desde hace ya demasiado tiempo.

Y ya va siendo hora, en una época en la que las mejores mentes que ha dado la humanidad están desentrañando los complejos, pero a su vez “simples” mecanismos cerebrales, psicológicos y por qué no decirlo, psiquiátricos de nuestro cerebro que abandonemos ese primordial y más que trágico error de “juventud” de nuestra especie y empecemos a vivir y sobre todo a dirigir nuestras vidas, tanto de manera individual como de forma colectiva con la única herramienta que ha demostrado su persistente eficacia: la Ciencia y dejemos de ser engañados y estafados por esa absurda mezcla de profetas dementes que tanto daño han hecho a unos simples primates africanos. 

3 comentarios:

  1. Recuerda que, aparte de explicar fenómenos inexplicables de forma incorrecta y demasiado ingenua, la religión también sirvió siempre para mantener cohesionadas las sociedades humanas desde la más remota antigüedad, y esto es lo más importante de las religiones. Si no fuese por las religiones, la humanidad ya se habría extinguido hace tiempo (y debido a ellas probablemente nos extinguiremos más temprano que tarde, pero al menos habremos durado más que sin ellas).

    ResponderEliminar
  2. La verdad es que yo no lo tengo tan claro. La religión cohesionó a nuestros antepasados en grupos excluyentes que como no adoraban a los dioses de la manera correcta entre sí, terminaban exterminándose. Lo mismo, sin la religión los diferentes grupos podrían haber colaborado ¡quizás! y la historia hubiera sido más pacífica. A saber.

    ResponderEliminar
  3. Por eso mismo, los humanos siempre hemos sido una especie egoísta que nunca se caracterizó por colaborar con los demás si no había una compensación a cambio. La religión permitía esa compensación. Sin la religión los humanos, sin cohesión, hubiesen acabado víctima de los depredadores y extinguidos. Con la religión hubo competencia entre grupos, luchas más bestias entre ellos, y por lo tanto mayores posibilidades de hacer frente con mucho más éxito contra los depredadores externos (ya fuesen animales u otros humanos). En el fondo no somos más que una clase de monos con poco pelo que no acaba por superar el miedo a la muerte y a la desaparición total, y esto todas las religiones han sabido explotarlo muy bien.

    ResponderEliminar