Los cristianos en su patético servilismo mental adoran
a un ser capaz de matar a voluntad y hasta en extremos increíbles: destruir
ciudades enteras con algo parecido a bombas atómicas e incluso de exterminar
casi toda la vida en la Tierra salvo una familia y unas cuantas parejas de animales.
Y estos execrables crímenes cometidos contra poblaciones enteras, incluidos inocentes y niños de la más tierna edad es lo que los cristianos adoran como el sumun de la “moral”.
Quizás los psiquiatras deberían estudiar exhaustivamente y de manera científica esas podridas mentes para determinar qué es lo que anda mal en sus cabezas, porque es evidente que algún tipo de fallo mental hay en los adocenados cristianos que es el responsable de tamaña inmoral barbaridad.
Génesis 1:26: "Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza". Independientemente de si creemos o no en Dios, o si Dios creó al hombre o fue el hombre el que creó a Dios, ese versículo lo explica todo.
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