Los creyentes en su infinita estulticia e indigencia mental
atribuyen cualquier tragedia a unos “inextricables” designios divinos que, sin
embargo bajo el más mínimo prisma racionalista, podrían ser considerados casi
con total seguridad como unos punibles delitos celestiales como esos millones de muertes de
inocentes por las más variadas calamidades y catástrofes.
Pero que quede claro que debemos respetar hasta la extenuación las creencias del aborregado rebaño de los patéticos religiosos.
Becker, gran serie...
ResponderEliminarEsta claro es su biblia que Dios trae la calamidad y el mal.
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