No hay nada más peligroso que mezclar supersticiones, y si no que se lo digan al cardenal Burke.
El cardenal estadounidense Raymond Burke, es un talibán católico que no desentonaría nada en el oscuro Medievo. Y como tal, este descerebrado llegó a apuntarse al conspiracionismo antivacunas con ese estúpido “argumento” de que las vacunas llevan incorporado un chip para “controlar” a las personas.
Ahora se encuentra hospitalizado en una UCI y conectado a un respirador artificial porque este cretino integral consideraba que
“la mejor manera de luchar contra el coronavirus es la relación con Jesucristo"
Quizás los médicos deberían hacerle caso, que ejerciera su “libertad” para demostrar cuanto quiere el nazareno demente al susodicho y utilizar ese demoniaco equipamiento ateo con otra persona que mereciera más la pena que este semideficiente mental.
Pero al final terminan utilizando en él esa medicina atea que detesta y cuando se salve dará "gloria a dios" porque fue quien le salvó... los médicos solo estorbaban
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