Las redes sociales se están convirtiendo cada vez más rápidamente en un sumidero de ignorancia, supercherías y estafas, que en el caso de la salud pueden llevar a graves riesgos físicos y mentales para aquellos pobres incautos influenciables.
Y como muestra el siguiente tweet
Porque ponerse en manos de un timador del tres al cuarto, solo porque tenga tropecientos seguidores y afirme que sabe más de salud o medicina que los profesionales que llevan toda una vida de estudio y dedicación, debería ser suficiente para meter directamente en la cárcel al avispado influencer y para dejar morir al imbécil que ha hecho caso de sus fastuosos consejos ¡Premio Darwin en acción!
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