Si ya has tratado en tu blog el tema de cualquiera de los artículos que lees aquí, te animo a dejar en la sección de comentarios un enlace o URL que nos lleve hacia él, siempre y cuando no sea para hacer proselitismo de la superstición en cualquiera de sus variantes. Todos ganamos con el intercambio fomentando la discusión racional.

No hay nadie más ignorante e inútil que aquel, que de rodillas y con los ojos cerrados busca una respuesta.


PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.

Red Atea

Red de blogs AteosMagufos, Blogs de escepticismo y ciencia

Buscar este blog

15 de agosto de 2020

Ahora también los budistas se apuntan a la estupidez de la blasfemia

Estábamos más que acostumbrados a que cristianos y musulmanes tengan la piel muy fina y cualquier comentario acerca de sus más delirantes profetas sea considerado una terrible blasfemia merecedora de la cárcel o incluso del asesinato más cruel. Pero parece ser que ahora también los supuestamente pacíficos y tolerantes budistas se han apuntado a esta criminal práctica.

En Sri Lanka un escritor se enfrenta a diez años de prisión por cargos de incitación al odio religioso, luego de publicar una historia corta en su muro de Facebook el año pasado, historia que ha enfurecido a algunos grupos budistas ante lo que consideraron un trato despectivo y difamatorio para su fe.

Todo ello es debido porque en la obra objeto de persecución se hablaba de la homosexualidad del clero budista, algo más que normal en un ambiente en el que se aíslan varones durante años y se les obliga a reprimir sus por otra parte naturales instintos sexuales. 

Y entonces a falta de mujeres, pues algunos o muchos de estos “santos” monjes pues acaban cayendo en el pecado de la carne con lo primero que encuentran a mano. Algo totalmente normal dentro de cualquier monasterio de pobres desgraciados que adoran al nazareno demente, al beduino pederasta, al obeso santurrón, al gran espíritu de la pradera o al dios cocodrilo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario