Supongamos que un individuo encuentra una entrada secreta a
nuestra casa y coge la costumbre de venir de vez en cuando a robarnos. Cuando
después de muchos años de latrocinio, nosotros quedamos medio arruinados y no
tenemos casi ni para comer, el ladrón como muestra de magnánima generosidad nos
regala comida por valor de 30 ó 60 euros. ¿Habría alguien tan imbécil como para
agradecer la "generosidad" del ladrón?
Bueno, pues en España hay miles de estúpidos que no sólo
agradecen de todo corazón la magnificencia del mayor ladrón que habita nuestro
país, sino que dentro de su infinita estupidez afean y hasta insultan a todos
aquellos que denunciamos este ofensivo comportamiento.
Porque Amancio Ortega y su emporio Inditex llevan décadas ahorrándose
miles de millones de euros en impuestos mediante la más diversa ingeniería
fiscal, trasladando beneficios a sociedades en paraísos fiscales y demás
chanchullos (algunos legales, pero otros claramente delictivos). Miles de
millones de euros que ahora faltan en forma de hospitales, contratos de
personal sanitario, equipamiento médico y ambulancias.
Pero eso sí, ahora en un gesto de "generosidad" Ortega ha donado un par de cientos de millones para colaborar en la lucha contra el coronavirus. Y lo más indignante de todo es que esta "donación" le servirá también el próximo año para deducirse impuestos.
Pero eso sí, ahora en un gesto de "generosidad" Ortega ha donado un par de cientos de millones para colaborar en la lucha contra el coronavirus. Y lo más indignante de todo es que esta "donación" le servirá también el próximo año para deducirse impuestos.
En resumen, sólo esos estúpidos (que han comprado la estafa
neoliberal de que los ricos no deben pagar impuestos y así todo irá a las mil
maravillas) se pueden alegrar de la excelsitud de un evasor fiscal. Pero esto
es Españistán y aquí los tontos salen hasta de debajo de las piedras.
SOBRE LAS DONACIONES DEL EXPLOTADOR AMANCIO ORTEGA
ResponderEliminarUna sociedad no puede ir muy lejos si intenta vivir de donaciones y de la caridad. Sr Explotador no se ayuda para ser ensalzado, no se dona para salir en las columnas de la prensa.
Una donación no es donación si se hace pública eso es puro marketing. Donar parte de los impuestos que debes al estado es solo una manera de descalzarte para que los súbditos ignorantes te limpien los pies a lametazos.
Jesús Miravalles Gil
No estoy de acuerdo con la crítica como tal, Amancio Ortega es un hombre que de la nada ha hecho un imperio económico con su imaginación e ingenio en saber ofrecer artículos que por su singularidad y buenos precios les hacia fácilmente asequibles a muchos compradores. Desconozco si ha evadido ingresos a través de sociedades en paraísos fiscales, si es así está bien la crítica. Sin embargo existen otros muchos que ni siquiera hacen estas aportaciones, políticos, empresarios, etc... La verdadera situación sería que el gobierno dictara normas y leyes para que eso no se pudiera dar, cosa que por razones sospechosas no se hace.
ResponderEliminarsear
EliminarNadie está cuestionando a la empresa como tal ni la riqueza creada, sino el hecho de que durante décadas haya evadido impuestos y ahora venga de salvador, teniendo en cuenta que como he indicado además de la publicidad gratuita se va a poder desgravar el año que viene por esas donaciones.
El que haya además otros millonarios que no donen nada no le hace mejor, porque ambos son igualmente culpables. Si de verdad Ortega quisiera redimirse podía haber ingresado directamente al tesoro público toda la cantidad defraudada durante años, no solo la limosna, para que así el estado tuviera un verdadero ingreso extra sin deducción fiscal ninguna.
En el fondo es el egoísmo contra la solidaridad, eso que tanto se dice y tan poco se hace. Esta gente quiere disponer de todo su dinero, y solo cuando les venga en gana, cuando les de publicidad, dar limosnas.
ResponderEliminarVivimos en el siglo XXI. Desde la Constitución de estados Unidos, desde la Revolución Francesa, el estado se construye desde la igualdad, somos Ciudadanos, que tenemos unos derechos, cumplimos las leyes, trabajamos dónde y cómo podemos, y contribuimos de acuerdo con nuestros ingresos al bien común, sin engañar. Eso es un estado moderno, lo que realmente defendían los liberales de verdad