Desde hace varios años, y tras largas décadas de duro trabajo
de miles y miles de profesionales sanitarios, se consiguió erradicar el
sarampión del continente americano. Ahora por la irresponsabilidad de unos
antivacunas franceses se ha puesto en peligro tal logro.
Resulta que una familia de antivacunas franceses decide
pasar sus vacaciones en la paradisiaca Costa Rica. Cuando llegan su niño se
pone enfermo, pero no de una de esas enfermedades tropicales tan exóticas para
el ciudadano europeo, sino del sarampión.
Por supuesto el chaval no podía haber contraído el patógeno
en Costa Rica, puesto que desde el año 2016 todo el continente americano se
encuentra libre de este virus y los pocos casos que se producen son siempre por
viajeros de otros continentes.
Preguntada la familia resulta que tanto la madre como el
niño no habían sido vacunados, porque en Francia son cada vez más abundantes
estos ignorantes que creen saber más de medicina y sanidad de las decenas de
miles de expertos que indican que las vacunas son uno de los grandes logros de
la moderna medicina. Además los irresponsables padres informan a las
autoridades costarricenses que en el colegio del chaval se habían producido
recientemente varios casos de sarampión entre los compañeros del chaval, pero ellos ni siquera pensaron que podían ser portadoras que diseminaran eses peligroso virus por medio mundo, porque "piensan" (lo que es mucho decir de estos analfabetos científicos) que los zumos y la comida natural, la meditación y la vida sana impide que los patógenos les infecten.
En resumen, que por la ignorante estulticia de unos
neohippies occidentales los médicos de otros países que han hecho adecuadamente
sus deberes tienen que enfrentarse a enfermedades que para ellos son ya cosa
del pasado.
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