De vez en cuando aparece por este blog un creyente con lo
que él considera el "argumento" definitivo, esa frase (cierta, sacada
de contexto, adulterada o directamente falsa, porque en el fondo da lo mismo)
de un gran científico, incluso un Premio Nobel o algunas de esas pocas docenas
de mentes brillantes que ha dado la Humanidad como Newton o Einstein en la que
el investigador presume de su fe (generalmente, aunque no siempre, cristiana) o
muestra mayor o menor condescendencia o incluso admiración con el siempre más
que irracional mundo de la superstición en su variante más dañina: la religión.
Y yo no dejo de sorprenderme una y otra vez de lo poco que da de sí el más que limitado
intelecto de estos cibernautas creyentes.
Porque considero que no es nada difícil de entender que aunque
la experimentación y la investigación están hechas por científicos (que al
final son simples seres humanos) sin embargo, la Ciencia como ente colectivo
trasciende a todos y cada uno de los investigadores que la vamos conformando
día a día. Y ello es así porque la Ciencia posee una característica de la que
carecen otras invenciones humanas: que es capaz de ir perfeccionándose con el
tiempo, ya que los científicos hemos desarrollado un método para ir
depurando o limitando los errores que pueda cometer cualquiera de nosotros del
corpus final que llamamos Ciencia. Por ello en el fondo la Ciencia acaba
consistiendo en la suma de los aciertos (basados en estudios serios y
adecuadamente repetidos por distintos investigadores) de los científicos y por
supuesto no incluye sus errores, o cada año que pasa incluye menor número de
estos fallos.
De tal manera que en Ciencia se diferencia claramente lo que
algún científico ha demostrado de lo que es una mera opinión del mismo. Y
aunque esa opinión haya sido emitida por el más grande todos los científicos
vivos o muertos, los investigadores sabemos que si no va apoyada en pruebas o
datos objetivos, esa opinión tiene la misma validez que la que haya emitido sobre
ese tema un albañil de Santiago de Chile, un pescadero de Alicante o un abogado
de Caracas, con todos mis respetos para esas profesiones.
Así por ejemplo Newton, uno de los más grandes científicos que ha dado la Humanidad creía en la Alquimia, pero eso no da validez alguna a sus creencias puesto que después de varios siglos de experimentación la Ciencia ha demostrado que sólo existe la Química. También existen muchos científicos fumadores, alguno de ellos incluso con gran prestigio y quizás habrá otro que tenga hasta un Premio Nobel a sus espaldas, pero eso no significa que ese pernicioso hábito pueda llevar a considerar al tabaco como una sustancia inocua, ya que múltiples estudios científicos ha demostrado que los cigarrillos matan a millones de personas cada año por diversos tipos de cánceres, no sólo de pulmón.
Por tanto, lo que opinara Einstein, Newton o cualquier otro científico a favor de la religión tiene escasa o ninguna validez, ya que si algo ha destruido las bases de la religión hasta sus más “firmes” cimientos ha sido la labor colectiva desarrollada en los últimos siglos por infinidad de científicos en los más diversos campos de estudio, con especial mención a la Biología Evolutiva en todas sus variantes. Mientras que por el contrario, los científicos religiosos no han podido presentar ninguna evidencia demostrable en defensa de sus creencias en los últimos siglos, y mira que han tenido tiempo.
Mucho gusto, acabo de leer varios de tus post y pues... Siendo sincera, desde mi humilde punto de vista (porque todos tenemos el derecho de pensar de diferente manera, ya que el mundo no solo se extiende a esta bola que llamamos tierra) Nadie, nadie tiene la verdad absoluta y mucho menos en un tema tan difícil como es el origen y la creación de la vida misma, muchos se reguardan en afirmaciones que algún intelectual de renombrado nombre dio a conocer, y son tan ortodoxos que son igual de fastidiosos a los fanáticos que creen en un Dios lleno de amor que mata naciones y dejas que sus "hijos" mueran de hambre, pero con la diferencia de que los científicos, así como te haces llamar, se basan en experimentaciones las cuales tienen una conclusión luego de la observación y todas esas cosas que no entiendo ahahah, porque en lo personal no me interesa, ya que creo que nuestra capacidad metal es mucho más amplia que los paradigmas existenciales de quienes creen tener la verdad absoluta. Para nadie es un secreto que estamos al margen de lo que nos quieren mostrar ya que el real conocimiento es para unos escogidos ¿Para quién? Ni puta idea, no estamos con gente de la elite que maneja el mundo a su antojo para preguntarles, para ellos solo somos consumidores, ya sea, de moda, de fármacos, de apariciones milagrosas, de Hollywood o de la misma ciencia ortodoxa que apenas da unos abrebocas y que encierra a la gente en menos posibilidades. Pdt: que porque para ti, la fabulas de la biblia sean semejante sarta de confusiones o mentiras y te creas en un nivel de “raciocinio” (lo escribo entre aspas porque realmente el que se hace llamar así, su nivel intelectual más limitado es, con todo el respeto) ya que nadie ha entendido el mundo al 100% ¿o acaso tu sí? No llames a la humanidad estúpidos o ignorantes también estas entre nosotros un pobre borrego que no sabe para dónde nos llevan.
ResponderEliminarCon amor Marcela.
" todos tenemos el derecho de pensar de diferente manera"
ResponderEliminarPero en el caso que nos ocupa no todos los pensamientos son igualmente válidos ni certeros.
"Nadie, nadie tiene la verdad absoluta y mucho menos en un tema tan difícil como es el origen y la creación de la vida misma,..."
Quizás nadie tiene esa verdad absoluta, pero lo que sí es incuestionable es que algunos están mucho más lejos que otros, por ejemplo esos que hablan de la "creación de la vida misma".
Y sí, puedo llamar estúpido a quien dice estupideces como que una zarza ardiente aficionada a mantener relaciones sexuales con jóvenes judías inventó un universo de cartón piedra con la Tierra en su centro. Y si no lo entiendes, pues aplícate el adjetivo.