Una de las más oscuras verdades históricas es que la tan
autoproclamada democracia americana esconde muchas vergüenzas, pero quizás una
de las más sonrojantes sea la discriminación racial secularmente codificada en
infinidad de leyes de la supuestamente primera democracia moderna.
El profesor
de Derecho de la más que prestigiosa universidad de Yale, James Q Whitman lo
evidencia en un reciente artículo que he traducido parcialmente:
El 5 de junio de 1934, aproximadamente un año y medio después de que Adolf Hitler se convirtiera en canciller del Reich, los principales abogados de la Alemania nazi se reunieron para planificar lo que se convertirían en las Leyes de Nuremberg. La reunión fue importante, y un taquígrafo estuvo presente para tomar una transcripción literal, para ser conservada por la siempre diligente burocracia nazi como un registro de un momento crucial en la creación del nuevo régimen racial.
El expediente de esa reunión es solamente una pieza de evidencia en una historia no examinada que es seguro que hace a los americanos revolverse de vergüenza. A lo largo de los primeros años de la década de 1930, los años de la elaboración de las Leyes de Nuremberg, los políticos nazis buscaron inspiración en la ley estadounidense. El propio Hitler, en Mein Kampf (1925), describió a Estados Unidos como "el único estado" que había avanzado hacia la creación de una sociedad racista sana y después de que los nazis tomaron el poder en 1933 continuaron citando y ponderando modelos estadounidenses regularmente. Ellos vieron muchas cosas a despreciar en los valores constitucionales de EE.UU, eso es seguro. Pero también vieron muchas cosas que admirar en la supremacía blanca de los Estados Unidos, y cuando las Leyes de Nuremberg fueron promulgadas en 1935, es casi seguro que reflejaron la influencia directa de Estados Unidos.
Esa transcripción revela un hecho sorprendente: la reunión implicó largas discusiones sobre la ley en los Estados Unidos de América. En su inauguración, el Ministro de Justicia presentó un memorándum sobre la ley de raza de los Estados Unidos y, a medida que avanzaba la reunión, los participantes volvieron repetidamente al ejemplo de los Estados Unidos. Debatieron si debían llevar la segregación de las Leyes "Jim Crow" al Tercer Reich. Participaron en una discusión detallada de los estatutos de los 30 estados de los Estados Unidos que criminalizaban los matrimonios racialmente mixtos. Revisaron cómo los diversos estados de los Estados Unidos determinaban quién contaba como un "negro" o un "mongol", y pensaron si debían adoptar las técnicas estadounidenses en su propio enfoque para determinar quién contaría como judío. A lo largo de la reunión, los partidarios más ardientes del modelo estadounidense fueron los nazis más radicales de la sala.
Lo de que lo pusiera en Mein Kampf me ha llamado la atención, así que he cogido la primera versión en pdf que he encontrado para comprobarlo y es cierto:
ResponderEliminar``Existe una Nación extranjera en la cual se deja ya sentir, por lo menos
tímidamente, la iniciación de un mejor criterio: es en los Estados Unidos de América,
donde se nota el empeño de buscar en este orden el consejo de la razón.
Al prohibir terminantemente la entrada en su territorio de inmigrantes afectados
de enfermedades infecto-contagiosas y excluir de la naturalización, sin reparo alguno, a
los elementos de determinadas razas, los EE.UU. reconocen en parte el principio que
fundamenta la concepción racial del Estado Nacionalsocialista.´´
Daniel
ResponderEliminarY si vas al artículo original de Whitman hay más ejemplos del profundo racismo de grandes padres de la patria estadounidense que hicieron las delicias de los nazis más fanáticos. Además este académico ha escrito un libro sobre este asunto.
Sin querer hacerles llover en la fiesta, no se olviden que en esa época, comenzando en los fines del siglo XIX, estaba en el aire la idea de “eugenesia”, como una ola con respecto a la raza superior. En todo el mundo se hicieron estas diferenciaciones. Hasta hoy día mucha gente defiende estas ideas basados en racismo, antropometría, xenofobia. Todavía hay gente que cree que la mescla de las razas es algo que puede provocar problemas en la sociedad y en el futuro de la humanidad. Vean que los judíos se creen una raza, y que las personas hablan comúnmente de la raza judía. ¿Cuando se habla de genocidio nazista, se habla de acabar con una especie genética?. Ellos que se creen escogidos por un dios, se autodenominan de la raza judía. ¡Es como si los cristianos se consideren una raza!. Otro problema permanente es el nacionalismo. Criamos una línea imaginaria dividiendo un terreno y determinamos que quien nasce del lado opuesto a “mi terreno”, es diferente y puede llegar a amenazar mi “status quo”.
ResponderEliminarEs común que tengamos la necesidad de sernos parte de una comunidad. Cuando se habla de los norteamericanos ¿estamos hablando de qué? Seres humanos que viven en un terreno que fue determinado en algún momento de la historia como estados unidos. Veamos que el hecho de alguien haber sido condicionado a pensar que vive en el mejor lugar del mundo para vivirse y que las ideas sobre soberanía y la religión que sigue es la única y verdadera.
Supuestamente, como Ateos, estamos protegidos contra estos tipos de influencia.
Decirnos que los nascidos en los estados unidos influenciaron los humanos nascidos en Alemania del comienzo del siglo XX, provocando el nazismo con ideas de eugenesia, podríamos decir que esto comenzó con Platón, que sus pensamientos fueron base del cristianismo, como también del comunismo. El nazismo, o nacional socialismo, no es ultra derecha como se dice. Socialismo no es de derecha. El judaísmo no es raza. El problema eterno es el preconcepto desde el punto de vista egocéntrico, egotista.
Debería retirarse del diccionario el verbo ser.