La flamante ministra de Defensa española se ha unido al
carro, parece ser que bastante habitual entre nuestros actuales gobernantes
patrios llenos de papanatismo católico, de fiar el futuro a la virgen de turno.
Así en
la presentación del último modelo de avión militar la Sra. Cospedal ha dejando
en manos de la virgen de Loreto la seguridad y robustez del aparato en
cuestión, en lugar de confiar en los cientos de ingenieros y profesionales que
llevan años y años devanándose los sesos para conseguir un avión rápido, seguro
y eficiente. Por ello me imagino la cara de estos profesionales cuando la
ministra les ha dicho en su propia cara que son unos chapuzas en los que no
confía y que espera que la susodicha deidad se encargue de todo.
Por todo ello quizás hubiera sido de lo más adecuado que
alguno de los expertos en aeronáutica o mecánica presentes en el evento le
hubiera indicado que si tanta fe tiene depositada en la virgen, que la próxima
vez le encargue a ella la construcción de los aviones o que mucho mejor, que
transporte mediante un milagro a las tropas allí donde se necesiten. Esto
último ahorraría un montón de tiempo y dinero a nuestro ejército y contribuiría
a disminuir los ya de por sí altísimos niveles de contaminación y CO2
provenientes de la quema de combustibles fósiles que hay en el mundo.
En un país laico sería imposible que la religión marcara la política. Este país según la Constitución lo es, pero en la práctica no lo parece ,por otro lado actitud muy normal si también hay un partido que gobierna y nunca ha condenado al franquismo.
ResponderEliminarNo creo en Dios (en absoluto) ....pero si por un 'casual' existiese y hubiera estado observando la presentación del modelo militar -también es mucho pensar que si existiese, hubiera estado allí, pudiendo estar en un bar o en la playa- ahora estaría muy enfadado/a con Cospedal por dejarle el marrón de velar por el mismo y protegerlo
ResponderEliminarLa verdad es que somos realmente idiotas, y a este paso (y en este país) no lo dejaremos de ser durante mucho tiempo. Así nos va.
un saludo