Pues sí, únicamente un creyente puede retorcer de la manera
más abyecta el significado de las palabras y los hechos, para por una parte
quitar a la religión su componente de locura y fanatismo criminal y ya de paso
denigrar a los siempre sospechosos ateos.
Porque si no fuera tan terrible, sería del todo risible el
que un cardenal católico afirme sin ningún tipo de pudor ni vergüenza intelectual
que los dementes fanáticos yihadistas musulmanes, esos que se inmolan
asesinando a civiles inocentes para ganar un hueco en su paraíso de ríos de
leche y miel en donde les esperan tropecientas vírgenes, no son en realidad
verdaderos creyentes que llevan hasta las últimas consecuencias lógicas el
incuestionable dictado de su dios verdadero, sino que por el contrario son en
la práctica ¡ateos!. Sí han leído perfectamente, según
este delirante ignorante con alzacuellos los barbudos que asesinan en nombre de
Alá y de su profeta Mahoma no son personas religiosas sino que son incrédulos
ateos.
Ya ven, cualquier día de estos nos viene un sesudo sotanado a convencer
con la revelación de que Torquemada era ateo, lo mismo que ya de paso Franco,
Videla, Pinochet o Mussolini.
Pero si eso ya lo hacen, anda que no hay cristianos fundamentalistas que Mussolini y Hitler son ateos.
ResponderEliminar