Después del los ataques
sincronizados contra revista satírica francesa Charlie Hebdo que ya comenté en
una entrada
anterior sólo queda solidarizarse con dicha revista para defender la libertad
de expresión, el cual es un pilar básico de la democracia y que está por encima
de cualquier ofensa a las creencias. Hay que volver a recordar que las
creencias no son personas y por tanto todas las ideas pueden ser menoscabadas, ridiculizadas
y criticadas. Podemos criticar al socialismo, al liberalismo, etc; podemos y
debemos reírnos de las creencias en los duendes, en las hadas o en los gnomos;
debemos rechazar a los timadores que usan el dolor de los familiares de un
fallecido para en supuestas sesiones de espiritismo aligerar la bolsa de los
infelices incautos; debemos mofarnos de videntes, hechiceros, brujas, etc; y
por supuesto podemos ridiculizar a cualquier religión (incluídas todas las que
se autodenominan verdaderas) pues como creo que dijo una vez el genial Groucho
Marx “Si no quiere que me ría de sus creencias, no tenga creencias tan
graciosas”.
Si ya has tratado en tu blog el tema de cualquiera de los artículos que lees aquí, te animo a dejar en la sección de comentarios un enlace o URL que nos lleve hacia él, siempre y cuando no sea para hacer proselitismo de la superstición en cualquiera de sus variantes. Todos ganamos con el intercambio fomentando la discusión racional.
No hay nadie más ignorante e inútil que aquel, que de rodillas y con los ojos cerrados busca una respuesta.
PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario