Si ya has tratado en tu blog el tema de cualquiera de los artículos que lees aquí, te animo a dejar en la sección de comentarios un enlace o URL que nos lleve hacia él, siempre y cuando no sea para hacer proselitismo de la superstición en cualquiera de sus variantes. Todos ganamos con el intercambio fomentando la discusión racional.

No hay nadie más ignorante e inútil que aquel, que de rodillas y con los ojos cerrados busca una respuesta.


PARA SU INFORMACIÓN: Los ateos no creemos en ninguno de los 2.700 dioses que ha inventado la humanidad, ni tampoco en el diablo, karma, aura, espíritus, alma, fantasmas, apariciones, Espíritu Santo, infierno, cielo, purgatorio, la virgen María, unicornios, duendes, hadas, brujas, vudú, horóscopos, cartomancia, quiromancia, numerología, ni ninguna otra absurdez inventada por ignorantes supersticiosos que no tenga sustento lógico, demostrable, científico ni coherente.

Red Atea

Red de blogs AteosMagufos, Blogs de escepticismo y ciencia

Buscar este blog

11 de diciembre de 2025

Los religiosos en general y los cristianos en particular son los seres más arrogantes del mundo

Los creyentes afirman (más que mentirosamente) que son seres sencillos, humildes e insignificantes por adorar a un(os) supuesto(s) dios(es) creador(es). Sin embargo, bajo el más elemental prisma racional la conclusión solo puede ser la contraria.

Porque por mucho que digan con su habitual verborrea inane, sus creencias dicen sin ningún asomo de duda que son individuos arrogantes y prepotentes.

Arrogantes porque afirman que todo en el vasto cosmos: agujeros negros, galaxias, estrellas y planetas fueron creados para ellos por una supuesta entidad todopoderosa, que todas las especies animales y vegetales de la Tierra fueron creadas igualmente para uso y disfrute de ellos: el culmen de la creación.

Y además son prepotentes porque afirman, sin vacilación alguna que conocen las filias y las fobias de esa(s) entidad(es) omnisciente(s) y se creen en la necesidad de “enseñar” al resto de los mortales como deben vivir sus vidas bajo una patética, cavernícola y fanática moral que fue revelada a unos analfabetos pastores de cabras de la Edad del Bronce.

Por todo ello, cuando se acerquen a ustedes estos meapilas armados con su libro “sagrado”, con caras sonrientes y modales serviles no se dejen engañar puesto que son los seres más altaneros, creídos, fatuos y soberbios que se pueda uno llegar a imaginar.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario