¿Por qué los que creen que Elvis Presley sigue vivo no
consiguen respeto y mucho menos subvenciones públicas? Porque todos entendemos que es
una locura pensar que el rey del rock venció a la muerte y así, los creyentes
en Elvis revivido pagan un alto precio social en forma de sonrisa, burlas y a
veces hasta escarnio público cuando muestran su creencia.
Es algo que a día de hoy debería ocurrir con cualquier pobre semideficiente mental que opine que una paloma extraterrestre violó a una judía, que un nazareno demente podría andar por encima de las aguas convirtiendo el agua en vino y multiplicando panes y peces o que un beduino pederasta subió al cielo a lomos de un mágico corcel.
Porque la ironía, la risa y la sátira son la mejor vacuna frente a la manifiesta estupidez religiosa.
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