Y esto era así porque cualquier incidente doméstico podía ser atribuido a las hadas o los duendes: si desaparecía una cuchara era por un duende ladrón o su algún objeto de la casa aparecía en otro sitio era debido a un hada juguetona.
Luego poco a poco, como no hubo adoctrinamiento ni iglesias para duendes y hadas esta irracionalidad fue despareciendo poco a poco.
Y si se compara desde un punto de vista racional, las “pruebas” sobre la existencia de hadas y duende eran infinitamente mayores que las que había para los dioses. Pero estos sin embargo siguen rondando la mente de los menos dotados intelectualmente simplemente por la imposición y el adoctrinamiento de niños y adultos.
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