Islandia es el país que cuando el neoliberalismo rampante
quiso nacionalizar el robo manifiesto de la banca internacional sus ciudadanos dijeron basta, dejaron caer a los bancos y juzgaron y en muchos casos encarcelaron a los culpables. Y ahora acaba de dar otra lección de democracia
al mundo.
En cuanto se descubrió que su primer ministro era un evasor
de impuestos, y aunque declaró que no iba a dimitir, dos días después de la
información sin esperar a imputación alguna, acusación judicial o condena penal
el susodicho individuo ha tenido que abandonar el poder.
Y mientras tanto en España ahí tenemos a Rajoy y toda su
camarilla de corruptos y malversadores de caudales públicos, que es lo que en
realidad consiste el Partido Corrupto Popular, tan tranquilos.
Por todo ello quizás
lo mejor sería que los ciudadanos honrados de este país solicitáramos asilo
político en Islandia, porque la podredumbre de España sobrepasa cualquier
límite tolerable.
Yo te sigo!
ResponderEliminar¡Me uno a vosotros!
ResponderEliminarNo sé si los islandeses nos dejarían... Creo que la gestión para hacerse apátrida es más sencilla
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