Tras la paralización de la privatización de la sanidad
pública madrileña por parte de la justicia madrileña y ahora que el
consejero Lasquetty ha dimitido de su cargo, hay que dar el siguiente y lógico
paso.
Todos estos altos cargos de la comunidad de Madrid con sus
dos presidentes (Aguirre y González) a la cabeza, que han actuado como una
mafia, en vergonzoso compadreo con las empresas adjudicatarias para demoler la
sanidad pública y apropiarse de aquello que nos ha costado construir a todos
los ciudadanos décadas y décadas además de miles de millones de euros de dinero
público en inversiones, equipamiento, formación de personal altamente
cualificado, etc. deberían ser encarcelados preventivamente a la espera de
juicio por malversación, cohecho, asociación ilícita y corrupción. Porque este
intento de privatización ha sido probablemente uno de los casos más evidentes
de los infames manejos entre el gran capital y sus serviles esbirros, los políticos
corruptos del PP madrileño.
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